El pueblo a menos de una hora de Madrid que tiene una calzada romana y es un paraíso para los amantes de la naturaleza

La Sierra de Guadarrama es un destino emblemático para los aficionados al senderismo y a la naturaleza. Esta cadena montañosa, que forma parte del sistema Central, se ha consolidado como un lugar de referencia para quienes buscan escapar del bullicio urbano de la capital y adentrarse en un entorno natural de gran belleza. A su vez, este enclave guarda también pequeños pueblos que cuentan con un pintoresco patrimonio histórico y cultural y que se convierten en destino ideal para una escapada.

En este sentido, la pequeña localidad de Cercedilla, situada en el corazón de Guadarrama, se alza como uno de los rincones más mágicos de la Comunidad de Madrid. Esta villa destaca por contar con una combinación de historia y naturaleza única, donde su entorno montañoso y su papel clave en la historia del transporte ferroviario en España no dejan indiferente a nadie.

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Los orígenes de Cercedilla se remontan a la época romana, cuando la calzada que unía Segovia con Miacum, cerca de lo que hoy es Madrid, atravesaba el actual municipio. Aún se conservan tramos de esta antigua vía romana, conocidos como la Calzada Romana de Fuenfría, que es uno de los principales atractivos históricos y turísticos de la zona. Este vestigio, ubicado en el valle de la Fuenfría, sigue siendo utilizado por excursionistas y montañeros que recorren los mismos pasos que en su día transitaron los romanos.

Con el paso de los siglos, Cercedilla se consolidó como un punto clave para el tránsito entre Segovia y Madrid, especialmente durante la Edad Media. Además, la proximidad del municipio al puerto de Navacerrada y su ubicación estratégica en la Sierra de Guadarrama lo convirtieron en un lugar de paso para comerciantes y viajeros. Ya en el siglo XIX, la llegada del ferrocarril al pueblo marcó un antes y un después para el desarrollo del municipio.

En 1888, la línea ferroviaria que conectaba Madrid con Segovia incluyó una parada en Cercedilla, lo que potenció el crecimiento turístico y económico de la zona. Posteriormente, en 1923, se inauguró el tren eléctrico que une Cercedilla con el puerto de Cotos, una obra pionera en España que facilitó el acceso a las zonas más altas de la sierra, contribuyendo al auge del turismo de montaña.

Este pequeño municipio madrileño invita a recorrer antiguos caminos y monumentos que reflejan siglos de historia, como los restos de la Calzada Romana y sus puentes, que aún se conservan en el Valle de la Fuenfría. Además, cuenta con destacados edificios religiosos, como la iglesia Parroquial de San Sebastián, de estilo románico tardío, cuya construcción data del siglo XIII, y la ermita de Santa María, una joya del barroco que acoge la tradicional Romería en honor a la Natividad de Nuestra Señora.

El patrimonio industrial de la localidad también es evidente en la Fábrica de la Luz, una antigua central hidroeléctrica que abasteció de electricidad al pueblo durante más de medio siglo y que hoy funciona como centro de interpretación de la energía hidráulica. A nivel cultural, el Centro Cultural Joaquín Sorolla y el Centro Cultural Luis Rosales se han convertido en espacios clave para actividades educativas y recreativas, además de albergar exposiciones sobre figuras históricas como el poeta Luis Rosales, quien residió en la localidad.

Por su parte, el Museo del Esquí recuerda el legado deportivo de la zona, que ha sido cuna de grandes esquiadores como Paquito Fernández Ochoa, campeón olímpico en 1972. Este museo ofrece un recorrido por la historia del esquí en España, desde los inicios del deporte en la región hasta los avances tecnológicos que han transformado esta disciplina.

Finalmente, la Estación de Ferrocarril de Cercedilla, inaugurada en 1923, es un ejemplo del auge del transporte ferroviario en el siglo XX, conectando Madrid con la Sierra de Guadarrama y siendo punto de partida del conocido Tren de la Naturaleza. Este conjunto de atractivos hace de Cercedilla un destino que mantiene vivo su pasado mientras se adapta al presente, ofreciendo a visitantes y locales una amplia oferta cultural, histórica y natural.

Algo que es indudable, es que uno de los mayores atractivos de Cercedilla es su impresionante entorno natural. Este permite disfrutar de una extensa red de rutas que recorren el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y que descubren todos sus secretos y rincones. Estos senderos discurren a través de extensos bosques, valles, cascadas y ríos, dando lugar a una experiencia natural muy cerca de Madrid.

Entre ellas destaca la Calzada Borbónica, un recorrido de 3,9 km que conecta Cercedilla con el Puerto de la Fuenfría. Construida por orden de Felipe V en el siglo XVIII sobre una antigua calzada romana, esta ruta de alta dificultad atraviesa bosques, fuentes y puentes, y ofrece vistas espectaculares de la Sierra de Guadarrama. El trayecto se puede realizar en dos horas, aunque se recomienda precaución con nieve o rocas mojadas. Otra opción es la ruta al Pico Majalasna, un circuito de 12,5 km que parte de las Dehesas de Cercedilla y recorre la sierra a través de antiguos caminos como el Schmidt y la senda de los Miradores.

De dificultad media-alta, esta ruta ofrece vistas impresionantes del valle de la Fuenfría y el embalse de Navacerrada. El pico Majalasna, a 1.927 metros de altitud, es el punto culminante del recorrido, que se completa en unas cuatro horas y media. Para quienes buscan una opción más sencilla, el Camino del Agua ofrece un paseo de 5 km que parte del Museo del Esquí de Cercedilla y llega al Centro de Interpretación Valle de la Fuenfría. Este recorrido, de dos horas, pasa por antiguas canteras y depósitos de agua, y es perfecto para un paseo relajante.

La ruta de los Miradores de los poetas es un recorrido exigente de 9,5 km que sube desde Cercedilla hasta el mirador de Luis Rosales, ofreciendo vistas panorámicas de la sierra. En su descenso, los caminantes pasan por los miradores de Vicente Aleixandre y el de los poetas, donde se rinde homenaje a los escritores inspirados por estos paisajes. Esta ruta se completa en unas cuatro horas y media. El Camino Schmidt, una ruta clásica de la sierra, une el Puerto de Navacerrada con Cercedilla. Con 7 km de recorrido y dificultad baja, este sendero, creado en 1926, transcurre por la vertiente segoviana de Siete Picos y ofrece un paseo tranquilo con espectaculares vistas.

Finalmente, la Senda Victory es una ruta histórica de 5 km, de dificultad baja-media, que conecta Cercedilla con la pradera de Navarrulaque. Creada en los años 20, esta ruta pasa por el arroyo de la Navazuela y la Ducha de los Alemanes, ofreciendo un recorrido ideal para familias que deseen disfrutar de la naturaleza.

Desde Madrid, el viaje es de alrededor de 55 minutos por la carretera A-6. Por su parte, desde Segovia el trayecto tiene una duración estimada de 45 minutos por la vía CL-601.