A lo largo de todo el territorio español, se pueden encontrar hasta más de 10.000 castillos y fortalezas. Estas son el reflejo de la cultura e historia que dejaron las antiguas civilizaciones, y que gracias a su buen estado de conservación se pueden disfrutar a día de hoy. Además, algunas de ellas se alzan como imponentes construcciones defensivas que protegían las fronteras y defendían los diferentes pueblos. Gracias a ellos se pueden contemplar imponentes baluartes que cuentan con una arquitectura única.
A esto se le suma sus imponentes enclaves, pues generalmente este tipo de construcciones se elevaban sobre altos promontorios para vigilar el territorio circundante. Así, en Cádiz, se ubica una fortaleza que reúne todas estas características. Se trata del castillo de Olvera, uno de los monumentos más emblemáticos de la comarca de la Sierra de Cádiz y una pieza clave del patrimonio histórico andaluz. Se localiza en el pueblo del mismo nombre y desde sus más de 600 metros de altura, domina toda la villa.
Un enclave estratégico
La fortaleza fue construida a finales del siglo XII y formó parte del sistema defensivo de la frontera nazarí durante los enfrentamientos con los reinos cristianos. Posteriormente, fue conquistado por los castellanos en 1327, bajo el reinado de Alfonso XI, pasando a ser una fortificación clave en la defensa del Reino de Sevilla. Ubicado en lo alto de una colina rocosa a 623 metros sobre el nivel del mar, el castillo ofrece una vista panorámica sobre el pueblo de Olvera y sus alrededores, lo que lo convierte en un atractivo turístico de gran interés.
La ubicación estratégica del castillo no solo proporcionaba una ventaja militar en tiempos de conflicto, sino que también aseguraba el control de las rutas comerciales y de comunicación entre las diferentes poblaciones de la zona. Tras la conquista cristiana, el castillo mantuvo su función defensiva, aunque sufrió diversas modificaciones y reconstrucciones a lo largo de los siglos. De hecho, en el siglo XV, jugó un papel crucial como puesto avanzado en la línea fronteriza entre los territorios cristianos y musulmanes. Con la caída del Reino de Granada en 1492, el castillo perdió su importancia militar y cayó en desuso, lo que contribuyó a su progresivo deterioro.
A lo largo del siglo XX, el castillo fue objeto de varias intervenciones de restauración, enfocadas en preservar sus estructuras más representativas y acondicionarlo para la visita pública. Hoy en día, es uno de los principales atractivos turísticos de Olvera, junto con la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, que se encuentra a los pies del castillo, y la conocida Vía Verde de la Sierra, un antiguo trazado ferroviario que ha sido convertido en un sendero para caminantes y ciclistas.
Un baluarte defensivo
A su vez, el diseño del castillo de Olvera responde a la típica arquitectura militar medieval andalusí. Se caracteriza por su disposición adaptada al terreno, con muros que se adaptan a las irregularidades del relieve. A pesar de su tamaño relativamente pequeño en comparación con otras fortificaciones de la época, el castillo estaba diseñado para resistir largos asedios. Su planta triangular y su torre del homenaje, la estructura más alta y visible desde el exterior, son algunos de los elementos más destacados.
Así, la torre del homenaje, construida en piedra, tiene dos plantas y está coronada por una terraza que ofrece impresionantes vistas de la sierra y los pueblos cercanos. Igualmente, el acceso se realiza a través de una serie de rampas y escaleras que serpentean por la colina. Esta característica no solo dificultaba el acceso para los posibles invasores, sino que también proporcionaba una defensa adicional. En su interior se pueden apreciar restos de las murallas y varias estancias, incluyendo la zona que albergaba a la guarnición. El castillo contaba también con un aljibe para asegurar el suministro de agua en caso de asedio, lo que permitía a los defensores mantenerse durante periodos prolongados.
Cómo visitarlo: horario y precios
A la hora de visitarlo se debe de tener en cuenta el horario, pues varía en función de la época del año que sea. Así, el horario de invierno es de 10:00 h a 19:00 h de lunes a domingo, y el horario de verano es de 10:00 h a 20:30 h también de lunes a domingo. Por su parte, el precio de la entrada de la entrada es de 2 €.
Cómo llegar
Desde Cádiz, el viaje es de alrededor de 1 hora y 25 minutos por la carretera A-384. Por su parte, desde Sevilla el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 20 minutos por la vía A-92.