El Valle del Jerte es una de las regiones más especiales de España. Esto no es solo por sus cerezas, conocidas en el mundo entero, sino también por su rico patrimonio histórico y natural que da lugar a paisajes que dejan con la boca abierta. Así, se pueden disfrutar de enclaves de gran belleza donde los pequeños pueblos terminan por contemplar una estampa de película. Estas villas, distribuidas por toda la región, se han convertido en destinos rurales únicos gracias a todos sus encantos naturales como cascadas, rutas de senderismo, o pozas paradisiacas.
En este sentido, la localidad de Cabezuela del Valle se incrusta en el corazón de la región y destaca por su pintoresco casco histórico, pero sobre todo por la gran cantidad de piscinas naturales que atesora. Además, la disposición de sus casas, atravesadas por el río Jerte, es otro de los atractivos del pueblo.
Un trazado singular
El casco histórico de Cabezuela del Valle se distingue por romper con la estructura lineal tradicional de otras localidades, presentando una disposición urbanística triangular. Su desarrollo comenzó en tiempos medievales en un pequeño cerro, donde se fundó el primer núcleo poblacional conocido como “La Aldea”. A partir de ahí, la villa fue expandiéndose por las laderas hasta alcanzar los altos bordes del río Jerte, que actúa como un límite natural del caserío.
El resultado es un paisaje pintoresco, caracterizado por calles empinadas, vías laberínticas y sombríos callejones, como la calleja de la Cárcel o el Portal Viejo, que evocan su diseño medieval con influencias de la antigua judería. Esta, según documentos históricos, estaba dispersa por algunas calles apartadas de la villa. A finales del siglo XV, el espacio se había vuelto insuficiente para la comunidad judía, por lo que los Reyes Católicos concedieron el permiso para ampliar su zona, permitiéndoles desarrollar sus oficios con mayor comodidad.
Sin embargo, antes de que transcurriera un año desde dicha autorización, la comunidad judía tuvo que abandonar sus hogares debido al Decreto de Expulsión de 1492, marcando el fin de su presencia en la villa y poniendo fin a un importante capítulo de su historia. Este pasado, reflejado en las callejuelas y rincones del casco antiguo, añade un notable valor histórico y cultural a la localidad.
Descubre Cabezuela del Valle
Uno de los mayores puntos de interés de la villa es su calle principal, pues discurre paralela al río y se divide en tres tramos: la calle del Puente, la Plaza y la calle del Hondón, donde al final se erige un artístico crucero. Además, es aquí donde se ubican los edificios más destacados del municipio, muchos de ellos con fachadas de sillares que exhiben escudos nobiliarios, símbolos, anagramas y leyendas religiosas.
Entre ellos, sobresale la antigua Casa Consistorial, que cuenta con una hornacina en su balcón donde se sitúa el busto del filántropo local José María Muñoz, una figura insigne del siglo XIX. La construcción se corona con una esbelta espadaña que alberga un reloj. Igualmente, en uno de los laterales de la Plaza donde se ubican sorprende los amplios soportales que la flanquean, bajo los cuales se celebra un animado mercadillo todos los viernes.
A su vez, otro los monumentos imperdibles es la iglesia de San Miguel Arcángel, que ubicada en el terreno que una vez ocupó la sinagoga hebrea, fue donada al concejo en 1494 por mandato real. El templo cuenta con una sola nave dividida en cuatro tramos, cuyo aspecto robusto se ve reforzado por cinco contrafuertes en el exterior que corresponden a arcos fajones en el interior. Además, en la cabecera se encuentra un retablo barroco completamente dorado, de gran calidad artística.
A esta construcción hay que sumar también varias ermitas barrocas del siglo XVIII, siendo la más relevante la ermita de la Virgen de Peñas Albas, patrona de la localidad. Este templo es especialmente valorado tanto por su riqueza artística como por la devoción que suscita entre los habitantes. En su interior destacan el retablo, las pinturas de la bóveda y la imagen de la Virgen.
Un entorno natural de ensueño
Cabezuela del Valle no solo es rica en patrimonio histórico, sino que también goza de un entorno natural privilegiado. Situada en pleno Valle del Jerte, la villa está rodeada de paisajes espectaculares, especialmente durante la primavera, cuando los cerezos en flor cubren las colinas de un blanco resplandeciente que atrae a visitantes de todas partes. La “fiesta del cerezo en flor”, declarada de Interés Turístico Nacional, celebra la importancia de este cultivo en la zona y ofrece un momento único para conocer la riqueza natural del valle.
El río Jerte, que atraviesa la localidad, es otro de los atractivos naturales. En los meses de verano, las aguas cristalinas del río se convierten en un refugio para los que buscan refrescarse en sus piscinas naturales, como son La Pesquerona, La Picaza, El Vao y El Simón, con una pendiente del 2,5 % aproximadamente. Además, las gargantas y pozas que salpican la región también invitan a la práctica del senderismo, ofreciendo rutas de diferente dificultad que permiten explorar la flora y fauna local.
Cómo llegar
Desde Cáceres, el trayecto es de alrededor de 1 hora y 15 minutos por las carreteras A-66, la de Soria - Plasencia y la N-110. Por su parte, desde Salamanca el trayecto tiene una duración de 1 hora y 35 minutos por las mismas vías.