Con la llegada de septiembre llega la vuelta a la rutina, sin embargo, son todavía muchos los que optan por irse de vacaciones y disfrutar de los últimos coletazos del verano. Así, las costas españolas todavía siguen recibiendo turistas que buscan disfrutar del sol y la playa antes de que bajen las temperaturas. Uno de los mejores destinos para ello es Cádiz, donde la arena dorada y las aguas cristalinas conforman una amplia variedad, que se complementa perfectamente con la gran oferta hotelera, su rica gastronomía y sus chiringuitos a pie de playa.
Así, de todos los arenales que conforman la Costa de la Luz, la playa de Valdevaqueros es uno de los más impresionantes. Ubicada en Tarifa, es un enclave natural de singular belleza y uno de los destinos más emblemáticos para los amantes de los deportes acuáticos, especialmente el kitesurf y el windsurf. Este extenso arenal, que se extiende a lo largo de más de cuatro kilómetros de costa, se ha convertido en un referente tanto para turistas como para deportistas de todo el mundo, atraídos por sus condiciones únicas y su entorno natural privilegiado.
Una playa perfecta para deportes acuáticos
Ubicada en la costa atlántica, a pocos kilómetros del estrecho de Gibraltar, Valdevaqueros ofrece una combinación perfecta de paisajes espectaculares y un clima propicio para la práctica de deportes de viento. La playa se caracteriza por su arena dorada y fina y una vegetación autóctona que le otorgan un aspecto casi salvaje, pero sobre todo por la formación de sus grandes dunas en movimiento. A su vez, las aguas, de un intenso color azul, están en constante movimiento debido a los vientos que soplan con regularidad en la zona, principalmente el Levante, que puede alcanzar rachas de considerable fuerza.
Durante este temporal es cuando los amantes de los deportes acuáticos llenan la playa, tanto es así, que cuenta con zonas balizadas para windsurf, kitesurf, y para bañistas. De hecho, Tarifa es conocida como la capital europea de estos deportes, y Valdevaqueros es uno de sus puntos neurálgicos.
Durante todo el año, pero especialmente en los meses de verano, la playa se llena de coloridas cometas que surcan el cielo, y las aguas se convierten en un campo de juego para los deportistas que desafían las olas y el viento. Escuelas y tiendas especializadas en estos deportes se han establecido en la zona, ofreciendo cursos y alquiler de equipos para principiantes y expertos por igual.
Dunas y multitud de servicios
Pero la playa no es solo un lugar para la adrenalina. Su entorno natural la convierte también en un espacio ideal para quienes buscan tranquilidad y conexión con la naturaleza. Así, Las dunas de Valdevaqueros, un sistema dunar en constante movimiento, son una de las principales atracciones de la playa. Estas formaciones de arena, moldeadas por los vientos, ofrecen un paisaje dinámico y cambiante, y son el hogar de una biodiversidad única, con especies vegetales y animales adaptadas a este singular ecosistema.
Por otro lado, el arenal cuenta con un amplio conjunto de equipamientos y servicios que se traducen en una torre de vigilancia de la Cruz Roja y banderas de señalización de peligro, una ambulancia y una lancha de salvamento. No faltan tampoco los lavabos móviles, las duchas, los vestuarios y varios chiringuitos. Además, su acceso es bastante sencillo, ya que cuenta con un aparcamiento cercano.
Cómo llegar
Desde Cádiz, el viaje es de alrededor de 1 hora y 5 minutos por las carreteras A-48 y N-340. Por su parte, desde Marbella el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 30 minutos por las vías AP-7, Autovía del Mediterráneo y la A-7 (hay peajes).