Entre España y Portugal, concretamente en la frontera con Galicia, el Parque Nacional Peneda-Gerês se alza como uno de los espacios naturales más impresionantes de toda la península. Con más de 70.000 hectáreas, este enclave protegido ofrece un paisaje de montañas escarpadas, bosques frondosos, valles verdes y ríos cristalinos, que lo convierten en un destino privilegiado para los amantes de la naturaleza. Una de las mejores maneras de descubrir sus rincones es a través de la extensa red de senderos que atesora, los cuales recorren no solo sus joyas naturales, sino también pequeños pueblos y restos históricos.
Así, entre bosques y montañas se pueden disfrutar de tesoros naturales de gran belleza. Uno de ellos es la cascada de Cela Cavalos, un maravilloso salto de agua que a pesar de no ser tan conocido como la Cascata do Tahiti y Cascata do Arado, albergar una estampa que deja con la boca abierta.
Este paraje forma parte del municipio de Montalegre y se nutre de las aguas de los arroyos Cavadas y Cela Cavalos, pero no solo eso, pues además de la cascada, la caída del agua forma una piscina natural perfecta para el baño. A esto hay que sumar una laguna de aguas cristalinas en lo alto del chorro, lo que termina por configurar un paraje que quita el aliento.
Rutas de senderismo
Para llegar hasta la cascada de Cela Cavalos, tan solo hay que realizar una sencilla ruta a través de un entorno totalmente salvaje. Este sendero cuenta con una distancia de aproximadamente cuatro kilómetros en sentido ida y vuelta y es ideal para todo tipo de públicos. Su punto de partida es la capilla de Santa Luzia y no entraña mucha dificultad, pues simplemente hay que disfrutar del paisaje a medida que se llega hasta el deseado enclave.
Una vez allí, las aguas cristalinas de los ríos Cavadas y Cela Cavalos esperan al viajero para un refrescante baño. No obstante, para los más aventureros, el itinerario se puede alargar para descubrir otro de los tesoros naturales que esconde el Parque Nacional Peneda- Gerês: el Poço Dola. Este recorrido cuenta con alrededor de 13 kilómetros de longitud y comienza y acaba también en la capilla de Santa Luzia. Sin embargo, cabe destacar que más exigente que el anterior, pues cuenta con un desnivel de 1.000 metros y un descenso de vértigo hasta llegar a la poza.
Aun así el esfuerzo vale la pena, ya que también se pueden descubrir otros rincones como son las Piocas y Lagoas de Ribeiro das Biduiças (inmediatamente antes de llegar a la Poço Dola), el mirador del Prado das Biduiças, Curral das Biduiças, el imponente Miradouro do Poço Dola (el punto más alto de todo el recorrido desde donde se puede admirar la maravillosa cascada y laguna de Poço Dola) y Ribeiro da Abelheira.
Es importante destacar que el sendero hacia Poço Dola no está incluido en ninguna de las rutas peatonales oficiales del Parque Nacional Peneda-Gerês. A lo largo del recorrido, los únicos indicadores que los excursionistas encontrarán son las mariolas, pequeños montículos de piedras superpuestas que sirven como referencia y que tradicionalmente han sido utilizados por los pastores de la región.
Cómo llegar
Desde Calvos de Randín (España), el viaje tiene una duración estimada de 55 minutos por la carretera EM513. Por su parte, desde Braga el trayecto es de alrededor de 1 hora y 30 minutos por la vía N103.