Sotres, en el concejo de Cabrales, se ha convertido en el nuevo Pueblo Ejemplar de Asturias 2024, un galardón que concede la Fundación Princesa de Asturias con colaboración con el Gobierno regional. Este se ha constituido a lo largo de sus ediciones (desde 1990) en una de las actividades de la Fundación de más amplia y mejor acogida dentro del Principado. Todo ello gracias a que está destinado a galardonar al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico.
Así, esta pequeña villa, incrustada en el corazón de los Picos de Europa, constituye uno de los mayores tesoros naturales de Asturias. El pueblo se alza a más de mil metros de altura para ofrecer un patrimonio natural único que se caracteriza por su impresionante paisaje montañoso, de hecho, es considerado uno de los pueblos más altos de Asturias. A su vez, con 108 habitantes, su actividad económica está basada en la ganadería y el campo, el turismo y negocios agroalimentarios especializados en la elaboración del queso Cabrales.
Senderismo, arquitectura y gastronomía
Sotres destaca por su rico entorno natural, el cual permite explorar los senderos y rutas de montaña que se entrecruzan en sus alrededores, proporcionando acceso a paisajes de incomparable belleza natural. Gracias a ello se ha convertido en el punto de partida de múltiples rutas, las cuales algunas son de las más impresionantes de España. Así, una de ellas es la que conduce a uno de los parajes más emblemáticos de los Picos de Europa, ofreciendo vistas espectaculares de valles y desfiladeros que conducen al pico Urriellu, conocido popularmente como Naranjo de Bulnes.
Esta cima, considerada un desafío para alpinistas de todo el mundo, es un punto de referencia para los amantes del montañismo y la escalada. Pero esto no se queda aquí, pues la propia villa destaca por su arquitectura tradicional, donde la piedra y la madera dominan en las construcciones, perfectamente integradas en el paisaje. Esta arquitectura refleja la importancia que los vecinos otorgan a la conservación del entorno y a su identidad cultural, adaptada a las condiciones geográficas y climáticas de la región.
Además, Sotres cuenta con una variada oferta de alojamientos rurales, que atraen a los visitantes gracias a su entorno natural. Estos alojamientos permiten al viajero disfrutar de una estancia en edificaciones típicas, mientras realiza senderismo y degusta la gastronomía local, que tiene como referentes al queso Cabrales y el cachopo, platos emblemáticos de la cocina asturiana.
Una evolución significativa
Desde la Fundación Princesa de Asturias destacan como Sotres ha enfrentado históricamente desafíos de gran relevancia, como la incomunicación por nevadas intensas, siendo una de las últimas localidades en recibir electricidad en 1981. Recientemente, la construcción de viseras antialudes ha mejorado la seguridad vial durante el invierno. La sostenibilidad es un rasgo distintivo del pueblo, impulsada por la ganadería y la producción del queso Cabrales. Además, varios jóvenes han retomado la actividad ganadera, y el pueblo cuenta con dos queserías registradas bajo la Denominación de Origen Protegida (DOP) del queso Cabrales.
Igualmente, desde 2006, la Asociación Vecinal de Sotres ha jugado un papel crucial en la vida comunitaria, promoviendo la cultura y la preservación del patrimonio local. Su actividad ha crecido notablemente, pasando de 17 a más de 200 socios, y ha organizado eventos culturales en las antiguas escuelas del pueblo, como el Sotres Cultural Fest, que incluye exposiciones, conciertos y talleres.
También han introducido clases de inglés y yoga, innovaciones importantes para una comunidad geográficamente aislada. La asociación ha trabajado en la restauración de caminos y senderos locales y ha impulsado la digitalización del pueblo con la creación de perfiles en redes sociales y un grupo de WhatsApp para sus miembros.
Cómo llegar
Desde Oviedo, el viaje es de alrededor de 1 hora y 55 minutos por la vía A-8. Por su parte, desde Santander el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 50 minutos por la misma vía.