Unas galletas provocan el caos en un avión de Vueling: la Guardia Civil lo desaloja porque una pareja no quería ir en asientos con restos de comida

La pareja se cambió de asiento a uno superior que acarreaba un recargo adicional que se negaron a abonar, lo que provocó el altercado con los auxiliares de vuelo

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Asiento de avión (Shutterstock).
Asiento de avión (Shutterstock).

Aunque la mayoría de los vuelos transcurren sin incidentes, algunos se convierten en experiencias inesperadas debido a hechos inusuales. Uno de los factores determinantes es el comportamiento de los pasajeros, que en ocasiones resulta inapropiado y provoca numerosos altercados entre los viajeros. Este comportamiento disruptivo puede variar desde la negativa a cumplir con las normas de seguridad hasta manifestaciones de violencia verbal o física.

Según un informe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), los incidentes relacionados con pasajeros problemáticos han mostrado un aumento significativo en los últimos años. Tanto es así, que estos acontecimientos suceden más veces de las que se cree. De hecho, el pasado miércoles 28 de agosto, un vuelo de la aerolínea Vueling que cubría la ruta entre Barcelona y Málaga se vio envuelto en un incidente que obligó a desalojar a todos los pasajeros a bordo.

El vuelo, que partía del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y tenía previsto aterrizar en Málaga cerca de la medianoche, fue escenario de una disputa originada por la presencia de restos de galletas en el suelo de uno de los asientos. Según la información recabada por MálagaHoy, la situación comenzó cuando una mujer, que viajaba acompañada de un hombre, protestó por la suciedad que encontró en la zona donde tenían asignados sus asientos.

El desalojo del avión y su expulsión

Un avión
Un avión

La azafata, al ser informada de la situación, pidió disculpas a la pasajera, explicándole que la rapidez del proceso de limpieza entre un vuelo y otro podía haber dejado residuos en la aeronave, e invitándola a presentar una reclamación formal si lo consideraba oportuno. No satisfecha con la respuesta de la tripulación, la pasajera decidió cambiarse a un asiento con mayor espacio, el cual tenía un coste adicional. Sin embargo, al ser advertida por el personal de vuelo de que este cambio no estaba permitido sin abonar el suplemento correspondiente, la mujer se negó a regresar a su asiento original.

Tanto ella como su acompañante adoptaron una actitud desafiante y se negaron a cooperar con las indicaciones de la tripulación. La situación rápidamente escaló hasta el punto de que el comandante del vuelo se vio obligado a solicitar la intervención de la Guardia Civil para gestionar el conflicto. Los agentes se presentaron a bordo, pero la pareja persistió en su negativa a abandonar el asiento de mayor categoría sin pagar el extra correspondiente.

Ante la intransigencia de los pasajeros y para evitar mayores complicaciones, el comandante tomó la decisión de desalojar a todos los pasajeros del avión, generando un retraso significativo en el vuelo y alterando los planes de los viajeros. Finalmente, la pareja fue expulsada del vuelo, y se espera que tanto la aerolínea como el comandante presenten una denuncia formal, lo que podría derivar en sanciones para los pasajeros involucrados.

Este incidente ha generado una considerable atención debido a la inusual causa que lo originó y a las consecuencias que tuvo para el resto de los pasajeros, que se vieron obligados a abandonar la aeronave por un conflicto relacionado con un asiento sucio y un intento de cambio no autorizado.

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