Aquí en España, una de las localizaciones más reseñables es la de Santillana del Mar. Esto se debe a que este municipio es conocido como “la villa de las tres mentiras”, ya que ni es santa, ni es llana, ni tiene costa. No obstante, en el territorio francés pueden presumir de tener “el pueblo de los tres misterios”, debido a los diversos secretos que oculta este lugar.
Se trata de Charroux, una población medieval ubicada en la región central de Allier, de poco más de 350 habitantes. Es considerada una de las localidades más bellas de toda Francia, pero su verdadero atractivo no podría entenderse sin los enigmas que esconde detrás de algunos de sus monumentos más destacados. De hecho, algunos de ellos no han sido todavía resueltos por los historiadores.
Los misterios de Charroux: campanario truncado, castillo desaparecido y un fallo lingüístico
Sin duda, uno de los aspectos que más llama la atención al llegar al pueblo es la parte superior del campanario de la Iglesia de San Juan Bautista, la cual tiene una extraña forma inclinada. Pareciera como que le falta algo. No obstante, es uno de los misterios de Charroux al que se le ha conseguido dar respuesta. La razón por la cual esta torre está “decapitada” es por un rayo que le cayó justo encima en el año 1662. No fue hasta 20 años más adelante cuando Raymond Bonnal, un cronista local, nos sacó de dudas gracias a un documento descifrado.
Por otro lado, tenemos un enigma que, precisamente, destaca por su falta de resolución. Se trata del antiguo castillo de la ciudad, del cual se tenía constancia de su existencia, pero del que, a día de hoy, no queda ningún rastro. Esto no ha conseguido descifrarse hasta el momento, y es uno de los grandes secretos de este pueblo medieval.
Finalmente, tenemos el caso del “Tribunal de Damas”, el patio interior de la ciudadela. Al parecer, recibió este nombre debido al comercio erótico que se llevaba a cabo en esta ubicación. Sin embargo, según la web oficial de Charroux, esta designación se debe a un claro error de etimología popular. Antiguamente, se trataba del Patio de Armas, pero la sonoridad tan parecida que tiene con la palabra “damas”, llevó a la obtención de este nombre.
¿Qué ver en Charroux?
Charroux es uno de los pueblos más bonitos de Francia. Gran parte de este reconocimiento viene del aspecto medieval que presenta, ya que, en aquella época, fue uno de los municipios más importantes del territorio.
A lo largo de la población, por las calles adoquinadas, puedes sentir este ambiente de la Edad Media, el cual se percibe por las murallas que quedan en pie y que rodean parte del municipio. Entre sus edificios más relevantes, podemos encontrar su museo, que alberga toda la historia del pueblo y te ayuda a comprender el estilo general de la localidad.
Un estilo que se ve perfectamente reflejado en la Torre Octogonal que preside la ciudad y que supone la única abadía románica en pie, construida entre los siglos VIII y XI. Asimismo, la Porte de l’Horloge y la Porte d’Orient à Charroux son dos de los pórticos más reseñables.
Finalmente, también cabe destacar los espacios verdes que hay alrededor de Charroux. De hecho, muchos de ellos, son ideales para realizar rutas de senderismo.