Eslovenia es un destino que sorprende por la diversidad y belleza de sus encantos naturales. Desde los majestuosos Alpes Julianos y las cristalinas aguas del lago Bled hasta los densos bosques que cubren gran parte de su territorio, Eslovenia se presenta como un paraíso para los amantes de la naturaleza. Con una superficie que alberga una riqueza geográfica y ecológica única, este país se ha convertido en un referente del turismo, donde cada rincón ofrece un espectáculo visual que invita a la exploración y el disfrute del entorno natural en su estado más puro.
Sin embargo, de todas sus maravillas naturales destaca una en especial: la cueva de Škocjan. Se trata de un uno de los sistemas subterráneos más impresionantes del mundo y un tesoro natural que ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1986. Este vasto y complejo sistema de cuevas, situado muy cerca de la costa, de ciudades cómo Koper, Piran o Izola, es mundialmente conocido no solo por su tamaño y espectacularidad, sino también por su importancia geológica, ecológica y cultural.
Así, a lo largo de sus ocho kilómetros de galerías, el viajero queda fascinado gracias al paisaje subterráneo, en el que se pueden contemplar cuevas impresionantes, un río subterráneo y varias cascadas. Además, es uno de los mejores lugares del mundo para el estudio de los fenómenos kársticos. Todo ello ha convertido a las cuevas de Škocjan es todo un reclamo turístico en Eslovenia.
Un paraíso subterráneo
La formación de las cuevas de Škocjan se debe a un fenómeno natural extraordinario. Durante millones de años el río Reka ha esculpido los impresionantes cañones subterráneos que a día se pueden apreciar. De hecho, este curso fluye durante 55 kilómetros por la superficie y después desaparece hasta llegar al Adriático de forma subterránea, ya en Italia. Así, su formación es gracias a la acción continua del agua sobre la roca caliza, un proceso que ha dado lugar a una variedad de formaciones geológicas, como estalactitas, estalagmitas y columnas de gran belleza.
Igualmente, una de las características más destacadas de la cueva es el cañón subterráneo, que con sus 146 metros de altura es uno de los más grandes de su tipo en el mundo. Este cañón ofrece a los viajeros una vista sobrecogedora, con sus paredes escarpadas y el rugir del río Reka que fluye con fuerza a través de las profundidades de la cueva. En cuanto a su visita, el viajero puede conocer de primera mano como era la vida de los hombres y mujeres de la prehistoria, al tiempo que revela la impresionante belleza de las formaciones kársticas que caracterizan este enclave subterráneo.
Para acceder a la cueva, es necesario subir y bajar aproximadamente 500 escalones, ya que la cavidad se encuentra a unos 200 metros de profundidad. La visita, que dura alrededor de una hora y media, permite explorar lugares emblemáticos como “El Órgano”, un conjunto de formaciones que recuerdan la forma de este instrumento musical, y el Puente Cerkvenik, una estructura espectacular que se erige casi 50 metros por encima del río Reka y ofrece vistas a la llamada Cueva de los Susurros. Todo ello en un escenario adornado con estalactitas, que contribuyen a crear un ambiente casi mágico.
Recomendaciones y horarios
Desde el portal web de Turismo de Eslovenia recomiendan a los visitantes acudir bien abrigados, incluso en verano, ya que la temperatura en el interior de la cueva no supera los 10 °C. Además, es importante tener en cuenta que debido a la gran cantidad de escaleras, no es posible acceder con carritos para niños, y se aconseja llevar calzado adecuado para evitar resbalones. Igualmente, el monumento natural está abierto durante todo el año, y cada estación ofrece una experiencia distinta.
En invierno, primavera y otoño, la afluencia de turistas es menor, lo que se traduce en grupos más reducidos y tiempos de espera más cortos. El personal de la cueva también ofrece visitas guiadas de diferentes niveles de dificultad, que no solo exploran el interior de la cueva, sino también los hundimientos de los valles y otras áreas del parque. Estas rutas educativas proporcionan información detallada sobre las formaciones geológicas, así como sobre la flora y fauna de la región del Karst. Para quienes deseen complementar su visita, el Centro de Información y el Museo adyacente ofrecen exhibiciones sobre la historia de las cuevas.