Mallorca, tanto en verano como en invierno, se mantiene como un destacado destino turístico. Sus playas, que se integran de manera armoniosa con el paisaje montañoso de la sierra de Tramuntana, convierten a esta isla balear en un lugar de preferencia para turistas tanto extranjeros como nacionales, sobre todo durante el periodo estival. La combinación de su entorno natural, junto con una variada oferta de ocio, especialmente nocturno, atrae anualmente a millones de visitantes.
Así, al noroeste de la isla, la cala Mesquida emerge como uno de los rincones más especiales de Mallorca. La playa, que forma parte del municipio de Capdepera, se destaca no solo por su impresionante paisaje, sino también por su importancia ecológica y su oferta turística moderada, que busca preservar el entorno natural. Además, gracias a su riqueza natural y paisajística está considerada como una de las mejores playas de Mallorca.
Un paisaje dunar increíble
Cala Mesquida es conocida por su extensa franja de arena blanca y fina, que se extiende a lo largo de unos 300 metros. Las aguas cristalinas, de un intenso color turquesa, la convierten en un lugar idóneo para la práctica del snorkel y otras actividades acuáticas. A diferencia de otras playas más urbanizadas de Mallorca, la playa ha logrado mantener un equilibrio entre el turismo y la conservación del medio ambiente. De hecho, la zona el año 1991 fue designada como Área Natural de Especial Interés (ANEI) por parte del gobierno balear.
Esto no es de extrañar, pues el paisaje que rodea al arenal es uno de los más ricos del archipiélago. Tanto es así, que las dunas rodean la playa son uno de los sistemas dunares mejor conservados de la isla y albergan una gran variedad de flora y fauna. Entre las especies que se pueden encontrar en la zona, destacan el camaleón balear, una especie endémica de la isla, así como diversas aves marinas que utilizan este hábitat para anidar como las gaviotas y los cormoranes.
Sin embargo, esto contrasta con el otro lado de la playa, donde se puede contemplar un paisaje más urbanizado con numerosas villas vacacionales y pequeños hoteles. Estos cuentan con acceso directo a la playa y están rodeados de múltiples bares y restaurantes. Asimismo, la cala dispone de un servicio de alquiler de sombrillas y hamacas, y duchas, lo que termina por completar su oferta turística.
Un fácil acceso
Cala Mesquida es de fácil acceso en coche, con un amplio aparcamiento disponible junto a la playa y opciones adicionales de estacionamiento gratuito en las calles cercanas. Sin embargo, los últimos 200 metros hasta la orilla deben recorrerse a pie, lo que dificulta el acceso para personas en silla de ruedas. Para aquellos alojados en los apartamentos u hoteles cercanos, existe una pasarela pavimentada que facilita el acceso directo a la playa. Igualmente, desde las localidades de Capdepera y Artà, es posible llegar en taxi o en autobús, lo que ofrece opciones de transporte público para los visitantes.
Más allá de los servicios mencionados, la cala está equipada con un puesto de salvavidas, y las condiciones del mar son claramente señalizadas debido a las frecuentes oleadas características de la zona. Aunque las olas suelen ser más fuertes que en otras partes de la isla, no suelen alcanzar un tamaño excesivo. La información de contacto de la Cruz Roja y los servicios de emergencia están claramente indicados en el tablero principal de la playa. Además, cala Mesquida cuenta con una farmacia en su complejo turístico, lo que garantiza acceso a servicios básicos de salud para los visitantes.