El espectacular pueblo que es ideal para el turismo rural y tiene el castillo medieval más importante de Cataluña: está entre las nubes y controlaba las minas de sal

Reconocida como Bien de Interés Cultural, es una de las villas con más encanto de Barcelona gracias, entre otras cosas, a la fortaleza que alberga y que fue construida a finales del siglo IX

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Castillo de Cardona (Paradores)
Castillo de Cardona (Paradores)

Apenas tiene 5.000 habitantes. Pero no es esto lo que más atrae a quienes deciden visitar este precioso pueblo del interior de la provincia de Barcelona en busca de tranquilidad, sino su espectacular castillo medieval que parece estar sostenido en el aire y es uno de los más importantes de Cataluña. Aunque lo cierto es que a esto se unen otras señas de identidad que hacen de Cardona una increíble villa y el lugar perfecto para aquellos que optan por el turismo rural en sus vacaciones de verano. Y es que este es uno de los rincones con más encanto de España.

Es un hecho que cada vez son más las personas que dejan a un lado la playa, para sumergirse en la desconexión que ofrecen algunos de los pueblos más recónditos del país. Este es el caso de Cardona, cuya riqueza rural, cultural y arquitectónica parece no tener fin. Aunque el castillo es el principal atractivo de la localidad, los visitantes no deben dejar escapar la oportunidad de adentrarse en el Parque Cultural de la Montaña de Sal, contemplar las impresionantes vistas que hay sobre la villa, o deleitarse con la magia de las calles del casco histórico.

Recorrer Cardona es como trasladarse a la Edad Media, puesto que ha logrado combinar a la perfección la antigua villa amurallada de la época medieval, con el posterior recinto gótico. Además, jugó un papel muy relevante en el sector de la minería en España, por la producción de sal. Tal es su belleza y riqueza patrimonial, que ha sido reconocida como Bien de Interés Cultural.

Cardona, una historia marcada por la sal

Cardona es una de las villas más bonitas de Barcelona. (Shutterstock España)
Cardona es una de las villas más bonitas de Barcelona. (Shutterstock España)

La historia de Cardona está íntimamente ligada a la sal, un recurso que ha sido clave para el desarrollo de la región. El Parque Cultural de la Montaña de Sal es un lugar emblemático donde los visitantes pueden explorar una antigua galería subterránea, descubriendo de primera mano el arduo trabajo de extracción que se realizaba allí. Además, el Museo de la Sal Josep Arnau ofrece una muestra de piezas artesanales de sal, muchas de las cuales son consideradas auténticas obras de arte.

El centro histórico de Cardona, bien preservado, invita a un recorrido tranquilo, especialmente por sus calles que evocan la Edad Media. Entre los sitios de mayor interés se encuentra la iglesia de Sant Miquel, un templo del siglo XIV que alberga la imagen de la Virgen del Patrocinio, patrona de la localidad. Otro punto destacado es el portal de Graells, una estructura del siglo XV que es la única entrada principal de la antigua muralla que sigue en pie. La plaza de la Fira, verdadero corazón de Cardona, junto con la plaza del Mercat, con sus singulares nueve arcos de distintos estilos, también merece una visita. La capilla de Santa Eulàlia, del siglo XIV, ubicada junto a un antiguo hospital medieval para pobres y peregrinos, completa el recorrido histórico.

Finalmente, la iglesia de Sant Vicenç, construida entre 1029 y 1040, es una obra maestra del románico catalán y el elemento más relevante del Castillo de Cardona. A pesar de su decoración austera, la iglesia alberga elementos de gran belleza, como el mausoleo renacentista del duque Fernando Juan Ramón Folch de Cardona y su cúpula sostenida por cuatro trompas. Visitas guiadas permiten apreciar en detalle este templo, que fue elevado a la categoría de colegiata en 1794.

Cómo el castillo de Cardona fue casa de nobles y sobrevivió a guerras

El castillo de Cardona fue construido en el siglo IX. (Paradores)
El castillo de Cardona fue construido en el siglo IX. (Paradores)

La construcción del castillo de Cardona en el siglo IX representa un desafío arquitectónico, al construirse prácticamente “en el aire”, por lo que es una de las fortalezas más emblemáticas de Cataluña. Ubicado en el interior de la provincia de Barcelona, este castillo ha desempeñado un papel crucial en la historia de la región. Inicialmente concebido para proteger las valiosas minas de sal de Cardona, pronto se convirtió en la residencia de los señores de la zona, adaptándose a lo largo de los siglos para resistir las diversas guerras y conflictos que ha presenciado. Hoy alberga el Parador de Cardona.

Una de las imágenes más icónicas de Cardona es la del castillo envuelto en la niebla, una escena que parece hacer flotar la fortaleza en el cielo, especialmente en las primeras horas de la mañana. Este efecto óptico, generado por el clima de la región y su cercanía al Pirineo, contrasta con la realidad: el castillo se eleva a solo 585 metros sobre el nivel del mar, en una colina que domina el valle salino y el río Cardener.

Su construcción fue ordenada por Wifredo el Velloso, uno de los fundadores de la comunidad autónoma. La arquitectura del castillo fusiona los estilos románico y gótico medieval, alcanzando su máximo esplendor en las salas Daurada y dels Entresòls. Dentro de sus muros, se encuentra también la Colegiata de San Vicente, una joya del románico lombardo catalán.

A lo largo de los siglos X al XV, el castillo fue la residencia de los llamados “reyes sin corona”, los señores de Cardona, una de las familias más influyentes de la Corona de Aragón. La fortaleza sufrió su primera gran modificación durante la guerra dels Segadors, y en 1714 fue uno de los últimos bastiones en rendirse ante las fuerzas borbónicas de Felipe V durante la guerra de Sucesión. Las sucesivas reformas y reconstrucciones han permitido que el castillo, con una superficie de 62.000 metros cuadrados, sea hoy uno de los mejor conservados de Europa.

Cómo llegar a Cardona

Para llegar a Cardona en coche desde Barcelona, la manera más directa es tomando la C-16 (Autopista de Montserrat) hacia Manresa y luego seguir las indicaciones. El trayecto dura aproximadamente 1 hora y 20 minutos.

Hay autobuses que salen desde la Estación del Norte de Barcelona operados por la compañía ALSA. El viaje dura aproximadamente 2 horas. También se puede tomar un tren desde la estación de Barcelona-Sants o Barcelona-Plaça Catalunya hasta Manresa, y luego conectar con un autobús hacia Cardona.

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