No es necesario desplazarse hasta la costa para disfrutar del verano. Cada vez más personas optan por explorar el interior de la península, apostando por el turismo de naturaleza en medio de bosques, parques naturales y ríos. Esta alternativa no significa renunciar a un buen baño para combatir las altas temperaturas estivales. En este sentido, España y sus provincias del interior ofrecen numerosos lugares donde es posible refrescarse mientras se disfruta de paisajes impresionantes, combinando el disfrute del entorno natural con el alivio del calor veraniego.
Así, en el municipio abulense de San Juan de Gredos y más concretamente en Navacepeda de Tormes, se ubica una de las piscinas naturales más singulares de Ávila. Se trata del Pozo de las Paredes, un rincón que es uno de los más visitados durante el verano en la provincia y no es de extrañar, pues situado en un paraje de gran belleza ofrece uno de los mejores baños de la zona. Además, es un espacio ideal para ir con niños y disfrutar de un agradable día en familia.
Un puente medieval y dos muros de piedra
El cauce del río Barbellido, antes de unirse con el Tormes, es el encargado de dar forma a esta imponente poza natural. Así, a largo de siglos, la erosión causada por el viento y el agua ha esculpido dos grandes muros de piedra, de los cuales proviene su nombre, que encuadran esta impresionante piscina natural. Este entorno, marcado por la majestuosidad de sus formaciones rocosas y la claridad de sus aguas, se ha convertido en un atractivo lugar para quienes buscan un refrescante baño en plena naturaleza.
Sin embargo, bañarse en el Pozo de las Paredes es una experiencia que requiere valentía, pues sus aguas son extremadamente frías, alimentadas directamente por los deshielos de las cumbres de la Sierra de Gredos. A pesar de ello, la pureza del entorno y la transparencia del agua compensan el desafío, convirtiendo a este lugar en un refugio ideal para refrescarse durante los calurosos días de verano y disfrutar de la serenidad de la naturaleza.
Por su parte, uno de los elementos más destacados de este enclave es el antiguo puente medieval que cruza el río Barbellido. Este puente, además de aportar un valor histórico al paisaje, ofrece unas vistas espectaculares de la poza y de las montañas circundantes. Desde su estructura, los visitantes pueden apreciar la magnitud de las paredes de piedra que dan nombre a la zona y contemplar un panorama que se extiende desde Navacepeda de Tormes hasta las nevadas cumbres de Gredos, completando así la experiencia de visitar uno de los rincones más cautivadores de la Sierra de Gredos.
Pero esto no es todo, pues más allá de la poza, el entorno es un destino ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Esto es gracias a las numerosas rutas que recorren la zona y que descubren todos los encantos que ofrece este paraje natural.
Cómo llegar
La ciudad de Ávila se encuentra a unos 80 kilómetros de este paraje, por lo que el viaje es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por las carreteras N-502 y AV-510. Por su parte, desde Madrid, el trayecto tiene una duración estimada de 2 horas y 20 minutos por la vía AP-6 (hay peajes).