La geografía española es muy variada. En ella se pueden alternar desde los extensos y planos terrenos de la Meseta hasta los elevados picos de los Pirineos. En este contexto, podemos encontrar bellas zonas donde la naturaleza y la actividad geológica son los protagonistas.
El Barranco de la Hoz Seca, en la provincia de Zaragoza y bañado por el río Mesa, es un claro ejemplo de ello, donde el relieve constituye un elemento básico del paisaje. Sin embargo, en este caso, hay cierta alternancia con la mano humana, la cual ha dejado numerosos secretos en este entorno que lo convierten en uno de los más destacados de nuestro país.
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Qué mejor lugar para construir un santuario… o peor
Si algo llama la atención en este barranco, es, sin duda, el edificio incrustado en mitad de las rocas. Se trata del santuario de Nuestra Señora de Jaraba, un templo que fue construido entre los siglos XIII y XVIII. Gran parte de la responsabilidad de que la edificación tardara cerca de cinco siglos en construirse es su localización, la cual se encuentra en uno de los escarpes del cañón.
En su interior, podemos encontrar la imagen de la patrona que da nombre al propio edificio, pero también numerosos retablos de épocas pasadas. A día de hoy, su principal función es la de servir como punto de reunión para senderistas y peregrinos. Asimismo, a su lado, podemos encontrar el balneario de la Virgen de Jaraba, principalmente conocido por las propiedades de sus aguas termales.
Un barranco resultado de millones de años de erosión
A lo largo de sus 11 kilómetros de longitud, podemos observar el efecto de la erosión de la caliza durante millones de años. El deterioro de esta roca sedimentaria no fue tan solo producida por el tiempo, sino que en épocas pasadas, era el cauce de una antigua actividad fluvial y kárstica. Esta acción provocó que el barranco adquiriese oquedades y cornisas difícilmente visibles en otros parajes nacionales.
De esta manera, es posible encontrar diversas cuevas a lo largo del cañón que, históricamente, han servido de hogar a personas en etapas realmente lejanas. De hecho, según Turismo de Jaraba, en Roca Benedí, hay unas pinturas rupestres muy destacadas de más de 7000 años de antigüedad.
Un entorno ideal para hacer senderismo
Una de las mejores actividades para poder disfrutar de este lugar es la de andar por sus intimidantes itinerarios rodeados de elevadas rocas.
Uno de ellos es el sendero GR-24-1, que transcurre por pleno cañón hasta que finaliza en la desembocadura del río Mesa. Sin embargo, a lo largo de este trayecto, hay diversos desvíos donde poder vislumbrar las vistas panorámicas desde lo alto del barranco de todo el entorno, como el Mirador de la Pedriza.
Asimismo, el más habitual es el recorrido que pasa por los pies del santuario, y que tiene su punto de partida junto al balneario. A pesar de ello, son muchas las rutas que se pueden llevar a cabo en esta zona.
Cómo llegar
El Barranco de la Hoz Seca está a una hora y media de distancia desde Zaragoza. Para alcanzar esta maravilla natural, tendremos que coger la autovía A-2, pasando por la E-90, hasta llegar a la desviación hacia la localidad de Cetina. En este punto, tomaremos la A-2501 que nos acercará a Jaraba, y donde ya únicamente iremos por la A-1501 para alcanzar nuestro destino.
Finalmente, cabe destacar que Soria, a una hora y veinte, o Teruel, a algo menos de dos horas, también son ciudades cercanas a este entorno, y que no requieren de excesiva complejidad para ir.