Una de las rutas más increíbles de Europa: tiene una escalera en espiral que se sumerge en un laberinto de cascadas, cuevas y túneles

Cuando visitamos un país extranjero, lo más habitual es acudir a los monumentos más conocidos del lugar. A priori, cuando mencionamos monumentos, se nos vienen a la cabeza obras arquitectónicas que han construido los seres humanos. Sin embargo, en ocasiones, la naturaleza también nos deleita con entornos que podrían haber sido perfectamente diseñados a medida.

La Garganta de Liechtensteinklamm es buen ejemplo de ello, donde la mezcla que hace con la mano del hombre la convierten en una de las mejores rutas del viejo continente. Se encuentra en Austria, en la región de SalzburgerLand, y se trata de un paseo en mitad de un entorno natural rodeado de cascadas, de manera literal.

Sin duda, lo más destacado de este itinerario son sus impresionantes vistas. No obstante, nada de esto sería posible sin la presencia de Hélice, como es bautizada la famosa escalera en forma de caracol que desciende hasta 30 metros en las profundidades de la cueva. Se trata de lo más conocido de todo el trayecto, y es que su particular aspecto llama la atención de cualquier turista.

Asimismo, esta parte del trayecto, así como todo el derrotero en general, es totalmente segura. Más allá de las elevadas vallas que impiden las caídas accidentales, el desfiladero cuenta con sistemas de detección de movimientos de las rocas que lo rodean con una precisión milimétrica. Finalmente, otro método de prevención son las 60 redes de más de un kilómetro de longitud en total con las que están cubiertas las paredes.

Si bien son relevantes los paisajes que podemos encontrar en el interior de esta gruta, también lo es el río especialmente salvaje que pasa por allí. Además, a esto hay que sumarle el gran ruido que generan las cascadas cayendo sobre el mismo, lo cual nos transporta a un ambiente tan hostil como seguro.

Por otro lado, esta garganta se trata de una de las más largas y profundas de los Alpes. Sin embargo, hace poco, las cuevas sufrieron diversos daños causados por una tormenta, por lo que una de las partes de la ruta no estará disponible hasta principios de 2025. Otra de las pruebas que nos demuestran la ferocidad de este desfiladero.

La Garganta de Liechtensteinklamm abre todos los días, de 9:00 a 18:00. En cuanto al precio, la entrada a este entorno cuesta 13 euros por persona, y cada uno de sus 4 parkings son totalmente gratuitos. Por otro lado, a pesar de lo que parece, la dificultad del itinerario no es para nada difícil, aunque es recomendable seleccionar un calzado adecuado para andar.

Respecto a la llegada, desde Salzburgo tan solo hay un trayecto de un hora. Para ello, cogemos la carretera 150 hasta que en la localidad de Grödig, nos vamos por la A10. Tras ello, una vez pasado Pfarrwerfen, nos desviamos por la 311 y, al llegar a Sankt Johann im Pongau, cruzamos el río Salzach para tomar el camino que lleva el propio nombre de las gargantas. Además, cabe destacar que la ruta se encuentra a 2 horas y cuarto desde la ciudad alemana de Múnich.