La playa gallega que es una pequeña joya natural, pero que lleva ocho años cerrada al baño

La playa de Ber, situada en la costa gallega, es un enclave natural único que ha sido durante años un destino popular para los bañistas locales y turistas. Rodeada de un entorno rural y con una extensión de 270 metros, esta playa se caracteriza por sus aguas tranquilas y su arena fina, lo que la convierte en un lugar ideal para quienes buscan un ambiente relajado lejos del bullicio de otras playas más concurridas. El acceso a la playa se realiza mediante unas escaleras empinadas o, alternativamente, por un camino de tierra en uno de los laterales, que permite el paso de carritos y personas en silla de ruedas.

Por otra parte, su proximidad a pequeñas aldeas y paisajes típicos de la región añaden aún más valor para quienes desean disfrutar de la naturaleza en estado puro. No obstante, a pesar de su belleza, la playa de Ber ha enfrentado diversos desafíos ambientales que provocaron su cierre al baño en 2016.

La playa del Ber lleva ocho años cerrada al baño. Así, según recoge el periódico de La voz de Galicia, esta playa permanece cerrada al baño desde 2016 debido a que durante cinco años consecutivos presentó niveles de calidad del agua superiores a los límites permitidos, lo que motivó a las autoridades a iniciar un proceso de recuperación que aún está en marcha.

Fue en el mismo año 2016 cuando se comenzaron los trámites para solucionar la situación, según informó el alcalde, quien aseguró que este había sido un proceso bastante complejo. En 2018 se comenzó la redacción del proyecto, que concluyó en 2019. Posteriormente, en 2021, se obtuvieron las autorizaciones sectoriales y se aprobó el proyecto, valorado en 957.968 euros.

Los terrenos necesarios para la obra fueron cedidos de manera gratuita por los vecinos, un gesto que el propio alcalde agradeció en varias ocasiones. Tras la licitación y adjudicación del proyecto por parte de Augas de Galicia, los trabajos comenzaron el pasado 2023. Sin embargo, las obras no concluirán hasta después de la temporada de verano.

La villa de Pontedeume ofrece una amplia variedad de actividades para turistas y residentes. Su casco antiguo permite descubrir la arquitectura medieval, con visitas obligadas al Torreón de los Andrade y la iglesia de Santiago, ambos del siglo XIV. El paseo marítimo brinda la oportunidad de disfrutar de vistas al mar y de un ambiente tranquilo. De igual forma, esta experiencia se repite en la visita al Parque Natural de las Fragas do Eume, una de las últimas selvas atlánticas de Europa. En este sentido, naturaleza, historia y cultura se fusionan en este pequeño municipio gallego. La playa del Ber es sólo un ejemplo más de la riqueza cultural de Pontedeume.

Quienes dispongan de vehículo propio podrán llegar a la playa del Ber tomando la carretera AC-144 desde Pontedeume en dirección a Miño. A lo largo del trayecto, es necesario seguir las señales hacia Ber, que guían hasta un pequeño aparcamiento cercano a la playa.