La bonita iglesia de Portugal situada a orillas de un impresionante lago sobre un cráter volcánico en las Azores

Este templo de estilo neoclásico es una de las joyas del archipiélago y se enclava en uno de los entornos naturales más singulares de la isla de San Miguel

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Ermita de Nossa Senhora das Vitórias, en las Azores (Shutterstock).
Ermita de Nossa Senhora das Vitórias, en las Azores (Shutterstock).

Las islas Azores son un auténtico paraíso natural. Sus paisajes trasladan al viajero a parajes de ensueño propios de continentes como Asia o América. Todo ello gracias a una orografía y distribución única marcada por la roca volcánica, la cual ha dado lugar a formaciones geológicas y monumentos naturales únicos en el mundo. Así, se pueden disfrutar de playas exóticas, bosques con una exuberante vegetación, cascadas mágicas e impresionantes miradores que muestran la majestuosidad de todas estas islas.

En este sentido, en la isla de San Miguel se ubica uno de los puntos turísticos más destacados de las Azores. Se trata de la laguna das Furnas, un impresionante lago que es único en el mundo y que está rodeado da por un paisaje exuberante y verdoso que es conocida tanto por su riqueza ecológica como por sus manifestaciones volcánicas. Pero esto no es todo, pues junto a su orilla se localiza una de las construcciones más singulares de la isla: ermita de Nossa Senhora das Vitórias.

Una iglesia junto a un lago volcánico

Lago das Furnas, en la isla de San Miguel, Azores (Shutterstock).
Lago das Furnas, en la isla de San Miguel, Azores (Shutterstock).

La ermita de Nossa Senhora das Vitórias es una de las joyas arquitectónicas más destacadas de las islas Azores. Situada en la orilla sur del lago das Furnas, esta ermita de estilo neogótico se integra de manera armoniosa con el paisaje natural que la rodea, convirtiéndose en un punto de interés imprescindible para quienes visitan la isla. La construcción de la capilla data de finales del siglo XIX y fue concebida como un acto de devoción por José do Canto, un prominente azoriano conocido por su profundo interés en la literatura y la botánica.

Do Canto, figura ilustre de la isla, decidió erigir este templo en honor a Nossa Senhora das Vitórias como testimonio de su fe y gratitud. Inspirada en las grandes catedrales europeas, la capilla es única en todo el archipiélago, lo que refuerza su importancia dentro del patrimonio cultural y arquitectónico de las Azores. A pesar de su relevancia, la Capela de Nossa Senhora das Vitórias no siempre está abierta al público.

Sin embargo, su contemplación desde el exterior sigue siendo una experiencia significativa. La ubicación privilegiada de la ermita, justo frente a la Lagoa das Furnas, permite a los visitantes disfrutar de un paisaje que, dependiendo del momento del día y de la luz, ofrece una imagen espectacular: el reflejo de la capilla en las tranquilas aguas de la laguna. Este efecto visual convierte a la capilla en un atractivo tanto para turistas como para fotógrafos que buscan capturar la belleza de este rincón de São Miguel.

Una joya natural única

Caldeiras das Furnas, en la isla de San Miguel, Azores (Shutterstock).
Caldeiras das Furnas, en la isla de San Miguel, Azores (Shutterstock).

Uno de los aspectos más sorprendentes de la laguna das Furnas es que se encuentra situada dentro del cráter del antiguo volcán das Furnas, el cual tuvo su última erupción hace unos 1.100 años. El cráter, ahora inactivo, ha dado lugar a un ecosistema diverso y a una serie de actividades geotérmicas que aún se pueden observar y atraen a infinidad de curiosos y turistas. Este cuenta con aproximadamente dos kilómetros de largo, 1,5 kilómetros de ancho, y una profundidad que varía entre 10 y 12 metros. Sin embargo, más allá de sus notables dimensiones, uno de sus principales atractivos son la presencia de fumarolas y fuentes termales.

En las inmediaciones del lago, específicamente en la zona conocida como “Caldeiras das Furnas”, los visitantes pueden presenciar un espectáculo natural poco común: las emanaciones de vapor y gases sulfúricos que emergen del suelo. Estos fenómenos geotérmicos no solo son visibles, sino también perceptibles a través del característico olor a azufre que impregna el ambiente. Un sendero especialmente diseñado para recorrer esta área permite a los turistas adentrarse en la actividad geológica de la isla, caminando por pasarelas de madera que atraviesan las calderas de agua y las fumarolas.

Este recorrido no solo ofrece una oportunidad de contemplar la impresionante actividad volcánica, sino que también permite a los visitantes conocer de cerca la tradición culinaria local. En estas caldeiras se prepara el famoso ‘Cozido das Furnas’, un plato cocido lentamente bajo tierra, aprovechando el calor natural del suelo volcánico.

Toda esta actividad geotérmica se originó tras la erupción del volcán que lleva su nombre. Cuando la parte superior del cono volcánico colapsó, las lluvias comenzaron a llenar el cráter, dando origen al lago tal como se conoce hoy en día. Las elevadas temperaturas del agua y del suelo en esta zona son testimonio de la continua actividad volcánica que se mantiene latente en el interior del cráter.

Una de las rutas más bonitas de Portugal: descubre cascadas, acantilados y un impresionante lago.
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