Encajada en el corazón de los Pirineos, la comarca del Ripollès se destaca como uno de los tesoros más singulares de la provincia de Girona. Este enclave, de gran valor histórico y cultural, es un auténtico santuario de la naturaleza, donde la riqueza paisajística se entrelaza con la herencia de siglos pasados. El Ripollès, con sus frondosos bosques, valles profundos y ríos serpenteantes, alberga una serie de pequeños pueblos que parecen haberse detenido en el tiempo.
Estos núcleos rurales, esparcidos por la región, han logrado conservar intacta la esencia de la vida en los Pirineos, ofreciendo al visitante una ventana al pasado y un refugio de paz en medio de un entorno natural casi inalterado. El patrimonio histórico del Ripollès es igualmente impresionante. La comarca es cuna de monumentos de gran relevancia, como monasterios románicos, iglesias centenarias y castillos medievales que evocan la rica historia de la región.
Estos lugares, a menudo escondidos entre los paisajes montañosos, ofrecen una experiencia única para el viajero que busca un contacto más profundo con la historia y la cultura catalana. De este modo, en la bella localidad de Sant Joan de les Abadesses se ubica uno de los tesoros arquitectónicos de la región. Se trata del monasterio que lleva su nombre, una construcción que domina la villa, y la cual fue fundada hace más de mil años, siendo el monumento más destacado de la localidad.
El único monasterio femenino de Cataluña
La fundación de Sant Joan de les Abadesses se remonta al año 887, cuando Wifredo el Velloso, conde de Barcelona y Girona, decidió establecer un monasterio benedictino en este enclave del Ripollès. Este monasterio, que con el tiempo adoptó el nombre de Sant Joan de les Abadesses (San Juan de las Abadesas), se convirtió en un centro religioso y cultural de gran relevancia en Cataluña, ejerciendo una influencia significativa durante varios siglos. De hecho, fue durante casi 60 años, entre los siglos IX y X, el único monasterio femenino de Cataluña, lo que lo convierte en un testimonio clave del papel de las mujeres en la vida monástica de la región.
La primera abadesa del monasterio fue Emma de Barcelona, hija de Wifredo el Velloso, quien lideró la comunidad benedictina en su etapa inicial. Sin embargo, en 1017, las monjas fueron expulsadas tras ser acusadas de comportamientos inapropiados, marcando el fin de la era femenina del monasterio. A partir de entonces, la abadía fue ocupada por canónigos agustinos, quienes la gobernaron hasta el siglo XVI, cuando el control pasó a manos de arciprestes, una situación que se mantuvo hasta el siglo XIX.
Este continuo traspaso de poder y las sucesivas reformas arquitectónicas han dejado una profunda huella en el conjunto monástico, que hoy se presenta como un reflejo de las distintas etapas históricas y artísticas que ha atravesado. La abadía incluye la iglesia, el claustro y el palacio abacial, cada uno de ellos con características que lo convierten en un testimonio único del pasado.
Una joya del románico
La iglesia, considerada una joya del románico catalán, destaca por su nave única y su cripta, elementos que fueron modificados en el siglo XII bajo la influencia de los estilos arquitectónicos del sur de Francia. Tras un terremoto que afectó la zona en 1428, el templo fue restaurado, consolidando su estructura actual. En su interior, alberga el célebre Santísimo Misterio, un ‘Descendimiento’ que representa el descenso de Cristo de la cruz, una obra escultórica del siglo XIII que es la única de su estilo conservada in situ en la región de Barcelona.
Junto a la iglesia se encuentra la capilla de los Dolores, construida en el siglo XVIII, y el claustro gótico, que data del siglo XV, ambos añadiendo capas de historia y arte al conjunto monástico. Otro de los elementos destacados es el palacio abacial, edificado entre los siglos XIV y XV.
Este edificio acoge actualmente el Centro de Interpretación del Mito del Conde Arnau, una figura legendaria profundamente arraigada en la tradición catalana. Además, desde 1975, el monasterio alberga un museo que exhibe una valiosa colección de pinturas, esculturas, tejidos y piezas de orfebrería que abarcan desde el siglo VIII hasta el XX, la mayoría de ellas relacionadas con el culto litúrgico.
Cómo visitarlo: horario y precios
El monasterio varía su horario en función de la época del año en la que se visite, siendo de la siguiente forma:
- En junio. De lunes a sábado, excepto los jueves, de 10:00 h a 13:00 h y de 16:00 h a 18:00. Los domingos de 10:00 h a 13:00 h.
- En julio y agosto. De lunes a sábado, de 10:00 h a 13:00 h y de 16:00 h a 18:00. Los domingos de 10:00 h a 13:00 h.
- De septiembre a mayo. De lunes a domingo, excepto los jueves, de 10:00 h a 13:00. Los sábados de 10:00 h a 13:00 h y de 16:00 h a 18:00 h.
En cuanto al precio, la entrada general tiene un coste de 5 €, mientras que la entrada reducida por grupos y jubilados es de 3 €; para grupos escolares de 1 €; y la entrada es gratuita para todos los vecinos del pueblo y para menores de 12 años.
Cómo llegar
Desde Girona, el viaje es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por las carreteras C-66 y N-260. Por su parte, desde Barcelona el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 35 minutos por la vía C-17.