Ni San José, ni Níjar, este es el pueblo más bonito de Almería: una pequeña localidad de alma pesquera

Aquellas personas que aman viajar y que huyen del feroz urbanismo y la masificación, encuentran en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, el paraje idóneo para relajarse y disfrutar de la costa lejos del bullicio y el gentío. Un enclave que ofrece fauna, vegetación, buen clima, playas increíbles y salvajes, actividades acuáticas y que es una de las franjas costeras de mayor belleza y riqueza ecológica del Mediterráneo occidental.

Con su entorno de carácter semidesértico y de pasado volcánico, es una de las áreas naturales más destacadas de Andalucía. Abarca unas 38.000 hectáreas terrestres y 12.00 hectáreas marinas, lo que la convierte en el mayor espacio protegido marítimo-terrestre de la Península Ibérica. Uno de los aspectos que más llaman la atención de este espectacular enclave son sus más de 30 calas y playas que se extienden a lo largo de sus más de 70 kilómetros de línea de litoral.

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Pese a que normalmente sean otros pueblos de este Parque Natural los que se lleven la atención, como San José o Níjar, Almería esconde en esta zona una joya y quizás sea ese aspecto de secretismo el que la haga aún más especial. Agua Amarga es una de las aldeas más encantadoras de la provincia, una pequeña población costera en la que sobresalen sus casas blancas y sus interminables colinas.

Esta preciosa y tranquila villa marinera de apenas 300 habitantes es conjunto de enrevesadas y estrechas calles salpicadas de artesanía y de viandantes. Sus vecinos se dedicaban antiguamente a la almadraba y demás tipos de pesca, pero hace ya un tiempo que cambiaron las redes por el comercio y el turismo. Recorrer sus vías es un recuerdo constante de Andalucía, están decoradas de geranios y buganvillas que se asoman a las terrazas y balcones y que contrastan con el blanco de las viviendas.

Resulta inimaginable viajar hasta el Mediterráneo y no querer sumergirse en sus aguas cálidas y turquesas. En Agua Amarga contamos con la posibilidad de darnos un chapuzón en una de sus playas. El arenal principal es el urbano al que se puede acceder desde el centro de la localidad y que ocupa todo el núcleo de la población. Está acondicionado para personas con movilidad reducida y cuenta con vigilancia y servicios, como bares y restaurantes.

Pero, en el caso de que el viajero busque algo más tranquilo y relajado, deberá moverse a la cala de Enmedio. Sólo se puede llegar a ella a pie, por lo que no suele estar muy concurrida. Además, el camino para llegar a este enclave es espectacular, flanqueado por acantilados y calizas blancas. Con una longitud de 150 metros, su arena es fina y dorada y sus aguas turquesas. Desde este punto se obtienen unas vistas sin igual del pueblo al otro lado de la bahía.

Aunque, sin duda, la mejor panorámica de la localidad y sus playas se la brinda Mesa Roldán, un antiguo domo volcánico en cuya cima se ha situado una torre de vigilancia y un faro.

Para llegar a Agua Amarga desde Almería ciudad debemos coger la A-7 durante 64.2 kilómetros, un recorrido que nos llevará unos 44 minutos.