Si por algo destaca la Sierra de Cazorla es por ser un reconocido entorno para los amantes de la naturaleza. Desde sus elevados picos hasta sus extensos bosques, pasando también por el transcurso de sus transparentes ríos, Cazorla ofrece innumerables rincones para visitar y descrubirla.
El río mas destacado que transcurre por la sierra es el río Guadalquivir, uno de los más reconocidos también dentro del territorio nacional. A medida que transcurre por sus bosques es posible encontrar en su cauce diversas piscinas naturales de las cuales disfrutar en épocas veraniegas.
Es el caso de Arroyo de Linajeros, unas pozas incrustadas en el Cañón de la Cerrada del Utrero consideradas como unas de las mejores donde bañarse de toda la provincia de Jaén. Si bien es cierto que hay numerosos caminos para acceder a este entorno, la que proponemos a continuación es una de las más recomendadas para disfrutar al completo de esta zona del Parque Natural.
Una ruta con mucho entretenimiento
Para llegar a este emplazamiento natural, debemos realizar una ruta de no más de media hora de duración (contando ida y vuelta) desde el área recreativa de Linarejos. Se trata de un itinerario realmente sencillo que, sin embargo, cuenta con un gran valor paisajístico y natural. De hecho, es perfecto para ir con niños, debido a su escaso desnivel y a la gran señalización del trayecto.
A lo largo del camino, encontraremos múltiples piscinas naturales, y es que el Arroyo de Linarejos no se acota a un solo espacio de pozas. De esta manera, no todas las charcas tienen las mismas características, variando desde su extensión hasta su profundidad. No obstante, todas ellas encuentran un aspecto en común en las cascadas que conforman y nutren a estas masas de agua. Con su presencia, la belleza del paisaje aumenta aun más si cabe, y le otorgan un aspecto ciertamente peculiar.
Lo mismo sucede en algunas pozas, las cuales cuentan con troncos de árboles caídos que cruzan el arroyo. En ellos, es posible tumbarse a tomar el sol y a relajarse. Finalmente, también podemos encontrar la presencia de animales usuales de la zona, quienes rondan la localización del riachuelo en busca de hidratarse. Aunque estos seres vivos suelen aparecer cuando no hay personas cerca, en ocasiones se pueden visualizar jabalíes o gamos, entre otros.
Más allá de las piscinas naturales
Por otro lado, la ruta no termina ahí, sino que sigue más allá de estas pozas. Tras dejarlas atrás, lo que nos sorprenderá será el cambio de estar inmerso en la naturaleza, a verla en su totalidad desde un punto más elevado. Esto es debido a que llegaremos al Mirador de Linarejos, un fantástico balcón natural desde el que es posible vislumbrar el extenso bosque que recubre el entorno rocoso de Cazorla.
Además, no será lo único visible desde aquí, ya que también se puede observar la imponente Cascada de Linarejos o la presencia de buitres, que esporádicamente sobrevuelan el paisaje.