El privilegio de disfrutar de un paisaje paradisiaco, donde poder darte un baño fresquito y andar por caminos con vistas impresionantes, es un lujo disponible para aquellos aventureros y amantes del senderismo. Portugal es una tierra con rutas fascinantes y que no queda tan lejos de los hogares españoles. Concretamente, en el suroeste de Portugal se encuentra el Parque Natural do Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina, que tiene una apuesta de senderismo muy llamativa.
La región desafía a los caminantes con un turismo en naturaleza único y especial. Entre el abanico de opciones se encuentra la Ruta Vicentina, un sendero repleto de caminos rurales y costeros distribuidos en distintos puntos naturales. Este tiene una conservación exquisita del paisaje, debido a los valores ambientales que predomina en la zona.
La aventura dividida en dos rutas
La Rota Vicentina está formada por dos caminos que prometen vivencias únicas pero diferenciadas entre sí. Entre la cultura rural y la costa salvaje se encuentran las rutas más bonitas de Portugal: El Caminho Histórico y el Trilho dos Pescadores. En general, el recorrido de ambas rutas suma una cantidad de 350 kilómetros que recorrer a pie en 15 días.
Algunos datos de su ficha técnica, según la guía de Camino dos Faros, el sendero no permite la circulación de vehículos motorizados y está totalmente señalizado para evitar la desorientación. Además, se recomienda hacer el recorrido por etapas en las que no se recorran más de 25 kilómetros al día. Finalmente, se pueden encontrar servicios de alojamiento al inicio y al final de cada fase. Por otro lado, los criterios para los recorridos de las rutas fueron “la belleza del paisaje, el patrimonio natural, histórico y cultural, los recursos turísticos y la naturaleza pública de los caminos”, para asegurarse una ruta completa que revele la verdadera esencia de la región.
Por su parte, el Caminho Histórico, recorre las aldeas y villas por un trazado de varios siglos de historia, donde se descubre una arquitectura única detectada en las paredes de las casas cubiertas de blanco nacarado que deslumbran la luz del sol todo el día. El camino de 11 etapas y de 230 kilómetros está clasificado por la Asociación Europea de Senderismo como “Leading Quality Trail — Best of Europe”. Este lujo de la naturaleza, se puede recorrer a pie o en bicicleta.
El camino costero de los pescadores
No muy lejos de la costa portuguesa está el Trilho dos Pescadores, que sigue caminos locales con acceso a playas y zonas de pesca. A diferencia de su hermano, este recorrido solo es accesible a pie, pero se vislumbrarán grandes acantilados que pueden suponer un desafío por el permanente viento que arrastra el mar. Cuenta con un camino con más de 100 kilómetros a lo largo del parque natural, de los cuales entre un 60% o 70% son senderos arenosos. Asimismo, no se recomienda el paso a personas con vértigos o miedo a las alturas.
Por otra parte, se puede recorrer en cuatro etapas de un día cada una con un máximo de 22 kilómetros. De esta forma, se informa concretamente las características de todas ellas:
- De Porto Covo a Vila Nova de Milfontes es la etapa con mayor cantidad de playas que comprende extensos arenales y ensenadas desiertas. Es un tramo bastante exigente dada la longitud y la inestabilidad. Algunas de las playas son: playa de Ilha do Pessegueiro, Aivados y Malhão.
- El tramo de Vila Nova de Milfontes hasta Almograve es célebre por las mágicas vistas sobre el río Mira y el océano Atlántico y por su corto recorrido.
- Desde Almograve hasta Zambujeira do Mar se disponen numerosos puertos de pesca, dunas rojizas y una fauna espectacular de cigüeñas.
- Finalmente, de Zambujeira do Mar a Odeceixe se vislumbran las playas de Alteirinhos, Carvalhal, Machados y Amália y el puerto de laa Azenha do Mar con vistas impresionantes.