La espectacular playa fluvial de Francia bajo un puente natural de 54 metros de altura

Las Gargantas del Ardèche, o Gorges de l’Ardèche, constituyen un impresionante cañón natural formado hace millones de años por el curso del río Ardèche, un afluente del Ródano. Situadas en la región de Auvergne-Rhône-Alpes, en el sur de Francia, estas gargantas son famosas por sus majestuosos meandros, giros imposibles y acantilados que superan los 300 metros de altura, ofreciendo algunos de los paisajes más impresionantes del país.

Situadas entre las ciudades de Orange y Montemilar son una parada ideal en cualquier ruta por el sur galo. En el paso del río Ardèche, el increíble Pont d’Arc, único en el mundo, se eleva sobre el agua de forma natural como una curiosidad geológica inaudita. Su altura de 54 metros de altura se suma a su ancho de 60 para hacer de esta pasarela de 500.00 años de antigüedad un espectáculo a la vista.

Este lugar es muy popular en verano, cuando sus tranquilas aguas invitan a nadar en sus playas y disfrutar de un picnic bajo la sombra del arco. Además de su belleza natural, la accesibilidad y variedad de opciones para explorar este entorno natural hacen que se adapten a todos los gustos y necesidades. Los visitantes pueden optar por conocerlas a pie, en kayak o a través de una ruta panorámica en coche.

Una de las formas más aventureras de explorar las Gargantas del Ardèche es descender el río en kayak. El recorrido es de unos seis kilómetros, atravesando los rápidos de Carlomagno y pasando bajo el arco hasta la entrada de las gargantas. Hay otra opción, esta para los más aventureros, un camino que llega hasta Saint Martin d’Ardèche, 24 kilómetros más adelante, que se puede realizar en varios días. Esta alternativa ofrece otra increíble experiencia, la de acampar junto al río y verlo tanto en la caída del sol como en el amanecer.

Para quienes prefieran vivir la aventura a pie, este maravilloso enclave ofrece rutas senderismo que permiten adentrarse en este espectacular cañón. El sendero principal, de 24 km, se divide en dos tramos de 12 km cada uno, que se pueden recorrer de manera independiente. Eso sí, estos caminos no son para cualquiera, requieren de una buena condición física debido a las subidas y bajadas que después recompensan con unas vistas inigualables.

Sin embargo, aunque haya varias opciones de turismo aventura, la manera más popular -y más cómoda- de conocer las Gargantas del Ardèche es mediante una ruta panorámica en coche. La carretera entre Vallon Pont d’Arc y Saint-Martin-d’Ardèche abarca 29 km y cuenta con 11 miradores espectaculares, como el de La Catedral, Serre de Tourre, y el Balcón de los Templarios. Estos puntos ofrecen vistas impresionantes sobre los meandros y acantilados.

Otro de los imprescindibles, una vez llegados a estas inmediaciones, es la Grotte Chauvet, una cueva declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por los dibujos prehistóricos de más de 36.000 años de antigüedad que alberga en su interior.