La alternativa barata a las Maldivas: un archipiélago con playas paradisíacas que vio nacer a Freddie Mercury

Un auténtico paraíso en el que disfrutar de la tranquilidad y de increíbles arenales

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Zanzíbar y Freddie Mercury (Pixabay/ Getty Images)
Zanzíbar y Freddie Mercury (Pixabay/ Getty Images)

Si hay un lugar en el mundo que hayamos idealizado hasta la saciedad, en parte por los influencers, son las islas Maldivas. En las últimas dos décadas, el paraíso turquesa ha ido ganándole metros al mar con la puesta en marcha de un proyecto de construcción de islotes artificiales donde se expanden los complejos hoteleros para atraer al turismo. Sin embargo, hay alternativas más cercanas, más baratas, más especiales y menos postizas.

Uno de esos lugares que últimamente se ha hecho más popular por la espectacularidad de sus paisajes es Zanzíbar, un auténtico paraíso africano. Esta isla, también conocida como la isla de las especias (por sus industrias relacionadas con la canela, la nuez moscada y la pimienta) o la isla de los sultanes, es un enclave con playas que brillan con su arena blanca y un mar azul turquesa. Asimismo, también cuenta con ciudades que parecen sacadas de antiguas películas de aventura como Stone Town.

El lugar que vio nacer a Freddie Mercury

Zanzíbar (Pixabay)
Zanzíbar (Pixabay)

El cantante de Queen, nombrado en 2006 como uno de los hombres más influyentes de los últimos 60 años por la revista Time Asia, nació y vivió durante los primeros años de su infancia en la isla de Unguja, la más importante de Zanzíbar. El músico nació en 1946 en Stone Town y durante los dieciséis años siguientes vivió a caballo entre Zanzíbar y Bombay, donde estudiaba. Tras escapar junto a su familia a Gran Bretaña, no regresó a su tierra natal hasta 1980. Un viaje, que se dice, tuvo un gran impacto en él y en su música. En particular, la canción Mustapha incluida en el álbum Jazz del grupo, está dedicada a la vuelta a su país.

Stone Town es uno de los imprescindibles en el viaje a Zanzíbar. La capital es un laberinto de calles y patios escondidos de una belleza única y una rica historia cultural. La mejor manera de sumergirse en su cultura es recorrer los mercados locales, como el de Darajani, y acudir a la Casa de las Maravillas, para conocer mejor la arquitectura swahili.

Unas playas de naturaleza salvaje

Zanzíbar (Pixabay)
Zanzíbar (Pixabay)

Son muchas las playas con las que cuenta el archipiélago, cada una con sus características: algunas son muy tranquilas, otras tienen mareas movedizas a causa del viento o cuentan con actividades acuáticas. Hacemos un repaso por algunas de las más populares:

Nakupenda, la playa más romántica

Este arenal, cuyo nombre en español significa ‘te quiero’, es un lugar en el que poder relajarse, un remanso de serenidad para las personas que busquen un enclave natural y salvaje. Su extensión de arena blanca, bañada por aguas cristalinas de tonalidades turquesas, cuenta con una pureza intacta.

Jambiani

Su principal encanto radica en la panorámica relajada de un litoral protagonizado por palmeras y coloridas embarcaciones tradicionales. En sus alrededores se encuentran pequeños mercados y restaurantes locales donde probar la comida swahili. Gracias a su posición geográfica disfruta de una corriente de viento idónea para la práctica de surf y otros deportes acuáticos.

Nungwi

Un lugar increíble tanto por su arena fina y blanca y sus increíbles azules como por las impresionantes puestas de sol. Un pueblo de pescadores donde se construyen los dhows, las típicas embarcaciones de Zanzíbar.

Paje

Una playa mucho más tranquila que la de Nungwi con un ambiente más salvaje y aislado. La principal actividad que se realiza es la colecta de algas.

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