El pueblo de la Costa Brava en el que han veraneado famosos de Hollywood: de Frank Sinatra a Kylie Minogue

Ubicado en la provincia de Girona, a poco más de una hora en coche desde Barcelona, este pintoresco pueblo costero ha capturado la atención y el corazón de los visitantes

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Tossa de Mar, Girona. (Visit Tossa)
Tossa de Mar, Girona. (Visit Tossa)

Ubicado en la provincia de Girona, a poco más de una hora en coche desde Barcelona, este pintoresco pueblo costero ha capturado la atención y el corazón de los visitantes. Se trata de Tossa de Mar, que también ha sido un imán para celebridades y que ha capturado el interés de figuras tan icónicas como Ava Gardner, Frank Sinatra, Kylie Minogue y Mario Cabré.

La relación de Gardner con el pueblo es particular y llamativa. En 1951, La actriz protagonizó la película Pandora y el holandés errante, que se filmó en esta localidad. Esta conexión cinematográfica dejó una huella perdurable en la comunidad local, y una estatua de la actriz se erige como tributo en la localidad.

Anualmente, miles de turistas son seducidos por la combinación de historia, cultura y belleza natural que ofrece Tossa de Mar. “Entre los años 1930 y 1936, Tossa se convirtió en un polo de atracción de artistas de todas las disciplinas y procedencias, transformándose en un importante núcleo de vanguardia” se explica desde la página web de turismo del pueblo catalán. Una zona amurallada que ha sido declarada monumento histórico artístico nacional y que gracias a sus piezas arquitectónicas medievales, como los cuatro torreones del castillo o el patio de armas, se ha convertido en un destino de referencia con un encanto único.

Así, desde su impresionante patrimonio medieval y sus acogedoras playas hasta su reconocimiento entre celebridades y sus actividades al aire libre, este pequeño pero encantador pueblo en Girona sigue siendo un lugar muy deseado para aquellos que buscan una escapada llena de historia, naturaleza y, sobre todo, belleza.

Calas de aguas cristalinas

Uno de los parajes más espectaculares es la Cala Giverola, aunque acceder a ella no es fácil. Se encuentra a cinco kilómetros al norte del pueblo, y el trayecto en coche por la carretera a Sant Feliu de Guíxols está lleno de curvas desafiantes. Al llegar, se puede dejar el coche en el parking de pago del resort Pola Giverola por 10 euros al día. Alternativamente, se puede optar por una caminata por el Cami de Ronda, cuya travesía recompensará con aguas cristalinas o acceder mediante un barco privado.

Cala Giverola, Girona. (Visit Tossa)
Cala Giverola, Girona. (Visit Tossa)

La cala tiene 170 metros de arena gruesa, aguas cristalinas y está rodeada de acantilado y bosques de pinos. Ubicada en un complejo turístico, “la cala dispone de una notable infraestructura para la práctica de actividades náuticas y acuáticas”. Una cala perfecta para disfrutar del sol, el agua y la arena. No obstante, este pueblo cuenta con otras 14 playas y calas que te envolverán igual que Giverola. Entre ellas destacan la playa de la Mar Menuda, la cala Bona, la cala Pola o la cala Morisca.

Una arquitectura medieval envidiable

Pero Tossa no se queda ahí. El pueblo gerundense es un verdadero museo al aire libre. “Imagina un lugar donde puedas viajar en el tiempo a escenarios de épocas pasadas” se expresa en la página web de Visit Tossa. Y es que el pequeño municipio cuenta con vestigios prehistóricos, romanos y medievales que te dejarán sin aliento.

Asimismo, no puedes perderte la visita al Barrio de sa Roqueta, a la capilla dels Socors o al santuario de Sant Grau. De este modo, sus museos guardan el legado patrimonial del pueblo, por lo que también es interesante entrar al museo municipal, el museo de la mujer y el faro de Tossa.

Barrio de sa Roqueta amurallado en Tossa de Mar, Girona. (Visit Tossa)
Barrio de sa Roqueta amurallado en Tossa de Mar, Girona. (Visit Tossa)

Por otro lado, “imagina cómo despiertan tus sentidos ante una buena mesa que entra por la vista, embriaga el olfato y despierta la pasión del paladar”. Y es que si te gusta la comida tradicional y creativa debes comer en los restaurantes locales, donde podrás degustar deliciosos mariscos, entre otros platos de la cultura catalana.

Rutas y miradores imprescindibles

Finalmente, Tossa de Mar también es paz, armonía natural y silencio. La localidad catalana ha aportado decididamente por la sostenibilidad y ha sido recompensada con la certificación Biosphere por promover la mejora de infraestructuras o la conservación de yacimientos arqueológicos, entre otros motivos.

El pueblo más antiguo de Cataluña que tiene un yacimiento íbero declarado Patrimonio de la Humanidad.

Finalmente, no puedes desperdiciar tu visita sin ir a alguno de sus miradores, desde los que atisbar visualmente todo su conjunto o hacer alguna de sus rutas por senderos y montañas. Entre los más interesantes puedes encontrar los siguientes: el mirador de Sa Gavina, la plazoleta de Ava Gardner o el faro de Tossa. También destacan el camino de ronda norte–Cala Pola (6,6 kilómetros), el Macizo de Cadiretes, la ruta de Sant Grau (15 kilómetros) o el parque de Sa Riera, de unas cinco hectáreas.

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