Santorini es una de las islas Cícladas en el mar Egeo y fue devastada por una erupción volcánica en el siglo XVI a. C., que dio forma a su paisaje accidentado. La isla griega recibe de media 5,5 millones de turistas al año, el doble que en 2012, lo que ha generado una hiperturistificación con efectos negativos para los escasos recursos naturales.
El concejal de la ciudad, Panos Kavalaris publicó un mensaje en su perfil de Facebook alertando a los locales por la llegada de 17.000 turistas. Asimismo, pedía la confinación por la horda de visitantes, que superan en número a los 15.000 residentes permanentes de la isla.
El comunicado de emergencia
En 2023 ya se incrementó un 23% (1,3 millones) el turismo de la isla en comparación con el año anterior. Además, según los datos oficiales, con el fin de las restricciones pospandémicas, el aeropuerto de Santorini registró máximos históricos de llegadas, superando exponencialmente las cifras prepandemia. Todo el mundo tuvo una necesidad de salir de su casa; no obstante, esos números no han dejado de crecer. La isla griega admitió a 811.000 turistas, —frente a 519.000 en 2019—, llegando a un aumento del 5,8% en el mes de mayo con respecto al año anterior.
De esta manera, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, anunció que a partir del próximo año se limitarán la entrada de turistas a Santorini y Miconos, la segunda isla helena también afectada por el turismo masivo. «Emergencia. ¡¡¡Otro día difícil para nuestra ciudad y la isla con la llegada de 17.000 visitantes de cruceros!!! ¡¡¡Pedimos vuestra atención y la reducción de nuestros desplazamientos lo máximo posible!!!», publicaba en su perfil el concejal de Santorini ante la llegada en crucero de 17.000 turistas. Sin embargo, pocas horas después y, ante las fuertes críticas, Kavalaris borró la publicación.
Las materias primas de la isla están en peligro
El turismo masivo a la isla afecta a sus recursos naturales. Es por ello que algunas personas han pedido que se cobre una tasa para aquellos que lleguen en crucero a la isla. No obstante, la jurisdicción establece una tarifa máxima de 0,35 euros por pasajero, un coste que no cubre ni un cuarto del gasto que tiene la isla para paliar este conflicto.
El consumo de agua y electricidad y la basura se han incrementado en todas las zonas de la isla. Según un informe presentado en la conferencia organizada por la Universidad del Egeo, Insularidad y sostenibilidad: islas al borde del colapso, el consumo de agua se ha duplicado en los últimos años. Pero además, de 2019 a 2023 el consumo de electricidad pasó de 32,5 MW a 65 MW por las altas temperaturas.
Finalmente, cabe añadir el caos en el tráfico por la cantidad de vehículos que circulan en estas temporadas. Un millar de autocares, 4.000 minibuses y furgonetas, una centena de quads y coches de alquiler que junto con el transporte de los locales provocan este embrollo vial en carreteras y callejones de la ciudad. Por esto mismo, el comunicado del concejal ha sentado mal entre los locales, ya que no podrán disfrutar de su ciudad, por la llegada masiva de turistas.