La cueva de los Murciélagos: la gruta más grande de Córdoba donde se encontraron los restos del ‘primer agricultor’ de Andalucía

España alberga un gran número de cuevas y grutas que muestran el paso de la historia a través de todas las civilizaciones que allí habitaron. Desde la prehistoria, son muchos los pueblos que han dejado su huella en ellas a través de pinturas, herramientas u otros restos. Una de las más conocidas a nivel mundial son las cuevas de Altamira, pero en nuestro país se localizan otras cavidades que guardan infinidad de secretos y son menos conocidas. De este modo, en el corazón del Parque Natural de las Sierras Subbéticas, en Córdoba, se encuentra una muy especial.

Estamos hablando de la cueva de los Murciélagos, una gruta situada en el bello pueblo de Zuheros que es uno de los yacimientos arqueológicos y paleontológicos más fascinantes del país. Este rincón subterráneo, que se adentra en las entrañas de la Sierra Subbética, no solo es un atractivo natural, sino que también guarda importantes vestigios prehistóricos que testimonian la presencia humana desde tiempos inmemoriales.

La cueva de los Murciélagos está situada a unos 980 metros sobre el nivel del mar y tiene una extensión de más de 3.300 metros topografiados, lo que le ha servido para ser la cavidad más grande de Córdoba. Sus complejas galerías y salas sumergen a los visitantes en un viaje al pasado, en el que pueden contemplar formaciones geológicas como estalactitas y estalagmitas, cuyas estructuras han sido moldeadas a lo largo de millones de años por el lento e incesante goteo de agua. Sin embargo, su singularidad no reside únicamente en su belleza geológica, sino también en el valioso patrimonio arqueológico que alberga.

Cuenta con un recorrido turístico de 415 metros, 700 escalones y hasta 65 metros de profundidad, en el que los viajeros, además, pueden hacer recorridos guiados por la cueva y admirar las estalactitas y estalagmitas, así como los restos de una civilización antigua que habitó la región hace miles de años.

“La formación más famosa de la Cueva de los Murciélagos es, sin duda, la conocida como “El Espárrago”, una estalagmita con una altura de cuatro metros y, sin embargo, la estalactita de la cual depende su crecimiento mide solo 10 centímetros”, explican desde el portal web de Turismo de Zuheros. Caben destacar también otros espacios como la Sala del Órgano, con una pared repleta de bellas y complicadas formas rocosas.

En la primavera de 1938, un grupo de oficiales del ejército llevó a cabo la primera exploración oficial de la cueva de los Murciélagos en Zuheros, Córdoba, donde descubrieron en una de sus partes más profundas un esqueleto humano. A mediados de la década de los años 40 del siglo XX, se encontraron en la cavidad pinturas rupestres neolíticas y calcolíticas, consideradas únicas en el mundo.

En 1962 y 1969 se realizaron los primeros trabajos arqueológicos en la cueva, revelando que el Neolítico andaluz se inició un milenio antes de lo que se había estimado hasta ese momento. Entre 1990 y 1993, y nuevamente en 2002, se llevaron a cabo las últimas excavaciones con el objetivo de profundizar en la historia que esconde la cueva y de crear un recorrido accesible para personas con dificultades, eliminando así el acceso a las salas más profundas.

En 2018, se obtuvieron los resultados del análisis de ADN realizado sobre el esqueleto encontrado en 1938, revelando un descubrimiento significativo: el esqueleto correspondía al primer agricultor del sur de la península ibérica, que vivió hace 7.245 años, tal y como indican en la web. Este hallazgo subraya la relevancia histórica y arqueológica de la Cueva de los Murciélagos, situándola como un punto clave para la comprensión de la prehistoria en la región.

Desde la página web de Turismo de Andalucía señalan que las reservas para visitar la cueva se hacen a través de email o por teléfono de martes a viernes (no festivos o días de puente) en horario de atención al público de 10:00 a 13:30 h. Por otro lado, para llegar hasta allí, el viaje desde Córdoba es de alrededor de 1 hora y 15 minutos por la carretera N-432, mientras que desde Jaén, el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 5 minutos por la Autovía del Olivar y la A-316.