8 de los pueblos costeros más bonitos de España perfectos para visitar en el verano

Los pueblos costeros de España capturan la esencia de la belleza pintoresca, ofreciendo un refugio perfecto para quienes buscan autenticidad y encanto. Sus calles empedradas serpentean entre estrechos callejones, creando un laberinto que invita a perderse y descubrir rincones sorprendentes. Las casas, muchas de ellas adornadas con fachadas blancas y balcones llenos de macetas florecidas, parecen competir en una exhibición de colores y vivacidad que alegran la vista de cualquier visitante.

A esto hay que sumar los puertos, los cuales están repletos de botes pesqueros que añaden un toque auténtico a la escena, y las playas de aguas cristalinas, lo que convierte a estos pueblos en destinos imperdibles durante el verano. En este sentido, el portal especializado EscapadaRural ha seleccionado ocho pueblos costeros que son imprescindibles para visitar.

Ubicado en el corazón de la Costa Brava, Llafranc es un encantador pueblo costero conocido por sus playas de aguas cristalinas y arena dorada. Estas playas están resguardadas por colinas cubiertas de pinos y cipreses, creando un entorno idílico ideal para relajarse y disfrutar del mar. Las calles empedradas de Llafranc están rodeadas de casas blancas con balcones llenos de flores y calles arboladas, perfectas para paseos relajantes. Además, el puerto deportivo y su paseo marítimo ofrecen vistas espectaculares y una atmósfera acogedora.

Este pintoresco pueblo del País Vasco destaca por su encanto tradicional y su renombre internacional en el mundo del surf, gracias a su famosa ola izquierda. Mundaka mantiene un encanto único con sus calles estrechas y empedradas, casas de colores y una acogedora plaza central. Además de ser un paraíso para los surfistas, Mundaka ofrece una rica cultura vasca que se refleja en su arquitectura, gastronomía y festividades locales.

Situado en el suroeste de España, El Rompido es un destino costero caracterizado por sus tranquilas playas y su entorno natural único. Este pueblo se encuentra en el corazón del Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, un área protegida que incluye marismas, dunas y playas vírgenes. Los visitantes pueden disfrutar de actividades como paseos en barco, observación de aves y caminatas por los senderos naturales, además de relajarse en sus serenas playas.

Ubicado en la ría de Ares, Redes es un bonito pueblo costero en Galicia que encanta con sus coloridas casas y sus callejuelas. Su tradicional puerto, donde barcos de pesca y otras embarcaciones se reflejan en las apacibles aguas, es uno de sus principales atractivos. Las pequeñas y tranquilas playas de Redes son perfectas para un día de descanso, mientras que su cultura marítima se vive en cada rincón del pueblo.

Conocido por sus impresionantes playas y su excelente oferta gastronómica, Zahara de los Atunes es un pintoresco pueblo costero en Cádiz. Famoso por el pescado y mariscos frescos, especialmente el atún, el pueblo también ofrece un entorno natural espectacular. Rodeado de colinas y parajes ideales para el senderismo, Zahara de los Atunes permite disfrutar de vistas impresionantes y una variada oferta de actividades al aire libre.

Este encantador pueblo asturiano es conocido por su ambiente tranquilo y acogedor, perfecto para una escapada de desconexión. La cocina local, rica en sabores tradicionales, es uno de sus mayores atractivos, con restaurantes que ofrecen auténticos platos asturianos. Tapia de Casariego también ofrece hermosas playas y paisajes costeros, ideales para paseos y actividades acuáticas.

Uno de los pueblos costeros más bonitos de España, Peñíscola destaca por su impresionante castillo medieval que se alza sobre un promontorio rocoso adentrándose en el mar. Este enclave ofrece vistas panorámicas espectaculares. Sus playas de arena dorada y aguas claras son perfectas para practicar deportes acuáticos, mientras que su casco antiguo invita a perderse entre sus calles llenas de historia.

Calabardina, una pedanía del municipio de Águila, es conocida por sus playas y calas de aguas cristalinas y arena dorada. Este tranquilo entorno es ideal para relajarse y practicar deportes acuáticos como el buceo y el snorkel. Los alrededores de Calabardina ofrecen rutas de senderismo que serpentean por la costa, proporcionando vistas panorámicas impresionantes y una conexión íntima con la naturaleza de la región.