Valldemossa, una joya situada en la Sierra de Tramontana, a 20 kilómetros de Palma, destaca como uno de los destinos turísticos más emblemáticos de las Islas Baleares. Con alrededor de 2042 habitantes, este municipio se caracteriza por estar rodeado de imponentes montañas, sus estrechas calles empedradas y edificios históricos bien preservados, atrayendo a miles de visitantes anualmente.
Recientemente, el famoso actor Michael Douglas, quien cumple 80 años en septiembre, fue visto celebrando anticipadamente su cumpleaños en Valldemossa. El ganador de un Óscar disfrutó de la cálida hospitalidad local y degustó productos típicos de la región, mostrándose completamente integrado con las costumbres y las personas del lugar.
El vínculo del actor de Hollywood con la localidad mallorquina
El reconocido actor de Hollywood, Michael Douglas, celebró anticipadamente su cumpleaños número 80 en Mallorca, específicamente en este pintoresco puebl, un lugar donde el actor posee una casa y pasa gran parte de su tiempo libre.
Michael Douglas pre-celebrando sus 80años (los cumple en Septiembre), en Valldemosa, el pueblo más emblemático de Mallorca, totalmente integrado con sus gentes y sus costumbres, y degustando productos típicos de la isla, es lo más bonito que vas a ver hoy ❤️❤️😁🎬🎥 pic.twitter.com/0u6ZdCoSHP
— No como palomitas (@alroha10) July 22, 2024
El lunes 22 de julio, Douglas compartió un video en su cuenta de Instagram, vestido con una camisa azul clara y su característico cabello blanco, participando en una celebración comunitaria en la localidad mallorquina. En el video, se ve al actor disfrutar junto a un grupo de personas, mientras se realiza un baile tradicional. De este modo, en el comentario de la publicación, Douglas escribió: “¡Una celebración en el pueblo para la gente que cumple 80!”.
La festividad es concretamente las Fiestas de La Beata, una tradición anual que rinde homenaje a los residentes de Valldemossa que cumplen 80 años en el año presente. De esta manera, los nuevos octogenarios reciben una figura de porcelana que representa al Santo de la localidad. Por otro lado, según The Sun, durante estas festividades, Douglas fue homenajeado en el Ayuntamiento de Valldemossa, donde compartió momentos de risa y camaradería con otros octogenarios. Lo que sin duda muestra el vínculo profundo que Douglas mantiene con la comunidad mallorquina.
La mansión de S’Estaca, un paraíso en miniatura
Llegando al mar, por la carretera Ma10 en dirección a Banyalbufar, se contempla una maravillosa postal de casitas arracimadas colgando de la montaña. Apenas veinte privilegiadas construcciones de piedra y teja, que antiguamente eran moradas de bravos pescadores y hoy son encantadoras casas de veraneo.
S’Estaca es conocida por ser una aldea de pescadores situada entre Valldemossa y Deià. Los marineros de la zona solían habitar en esta pintoresca aldea durante la semana y regresaban a sus pueblos los fines de semana. Las capturas realizadas eran mayormente vendidas en Palma y transportadas en carretas y diligencias.
La relación de Michael Douglas con Mallorca comenzó en 1990 cuando adquirió la propiedad de S’Estaca junto a su primera esposa, Diandra Luker, de acuerdo con lo informado por Hello. La mansión, construida originalmente en 1867 por orden del archiduque Luis Salvador de Habsburgo, fue dividida tras el divorcio de Douglas y Luker en 1995, para que ambos pudieran usarla alternadamente cada seis meses. No obstante, a principios de esta década, el actor compró la parte de su exesposa, convirtiéndose en el único propietario de la finca.
El acceso se realiza a través de un camino de tierra con vistas espectaculares, a lo largo del cual se es visible la posesión de S’Estaca, una edificación destacada por su color blanco y los adornos de la azotea, regalos del archiduque a Catalina Homar.
La propiedad, que ha sido recientemente retirada del mercado por el actor tras estar a la venta por 28,9 millones de euros con la inmobiliaria Engel & Völkers, ha vuelto a ser la residencia personal de Douglas. El artista ha expresado en varias ocasiones su aprecio por este enclave: “Cuando vi por primera vez s’Estaca, caí también bajo su hechizo. Muchos de mis amigos han estado en s’Estaca y han disfrutado de una estancia maravillosa”.
La mansión está compuesta por ocho edificios, cada uno con su propio estilo, que incluyen una biblioteca, un salón multimedia, una bodega, un pabellón morisco, terrazas para comer, un gimnasio, un spa y una piscina de mármol. Con diez dormitorios y diez baños, la finca puede alojar cómodamente a 20 personas. Las vistas al mar son impresionantes, ofreciendo un entorno de lujo y exclusividad en la costa norte de Mallorca.