La increíble piscina natural del Algarve a media hora de la frontera con España: con cascada y de aguas turquesas

Uno de los lugares más espectaculares del sur luso

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Pego Do Inferno, Tavira (Shutterstock España)
Pego Do Inferno, Tavira (Shutterstock España)

Tavira es una de las ciudades con más encanto del sur de Portugal que con sus calles junto al río Gilão y su impresionante castillo, del siglo XIII seduce e invita a querer descubrir sus rincones y revelar los secretos que esconde. Es uno de esos municipios lusos con tradición pesquera que cuenta con una importante base comercial desde la época de los árabes.

Si hay algo que le caracteriza son sus callejuelas estrechas y serpenteantes que conectan el pueblo con el casco antiguo. Dentro de ese laberinto de vías, Tavira esconde sus tradicionales casas con azulejos, los restos de una antigua fortaleza y 36 iglesias. La villa se extiende a lo largo de los cauces del río y ofrece una combinación curiosa entre el patrimonio portugués tradicional y una profunda influencia morisca.

Esta localidad cuenta con una bella línea costera de siete kilómetros de arenas suaves y doradas, tranquilas aguas color turquesa y paisajes naturales vírgenes. Algunas de sus playas más populares son: la Praia de Tavira, la Praia da Terra Estreita o la Praia do Barril, famosa por su cementerio de anclas.

Una increíble piscina natural

Pego Do Inferno, Tavira (Shutterstock España)
Pego Do Inferno, Tavira (Shutterstock España)

Pero, para aquellas personas que quieran huir de la multitud y de esos arenales masificados del Algarve, Tavira también ofrece alternativas. A siete kilómetros de su casco urbano, encontramos el que tal vez sea uno de los enclaves más increíbles y especiales del sur luso, que dista mucho de esa imagen turística que tenemos grabada.

Enclavada en la parroquia de Santo Estêvão encontramos la cascada de Pego do Inferno, uno de los saltos de agua del río Asseca que enamora con sus atractivos. Cuenta la leyenda que recibe este homónimo, ‘Abismo del infierno’, porque hubo una vez un carruaje que, bordeando el caudal, se despeñó por el punto en el que hoy se encuentra la cascada del lago. Los pasajeros que iban en él y los animales que tiraban del vehículo se sumergieron en las profundidades del agua. A pesar de que se hicieron varias inmersiones, jamás se encontraron los cuerpos. Esto dio pie a la creencia de que la cascada dirigía al averno.

Aunque esta historia, sólo se quedó en eso, una pequeña creencia que se fue transmitiendo de generación en generación a raíz del nombre de esta impresionante cascada, protagonista de una piscina natural escondida. El sol, junto con el verde del bosque, hacen que el agua tenga un color verdoso que invita a darse un largo baño mientras se disfrutan de las increíbles vistas que la naturaleza ofrece en este oasis.

A media hora de la frontera con España

Esta maravillosa piscina natural se encuentra a tan sólo 34 minutos en coche de Ayamonte (Huelva) circulando por la A22 y a 13 minutos de Tavira. Al llegar al destino se puede dejar el vehículo en el parking de Pego do Inferno y continuar a pie por una ruta de poco más de 500 metros.

En el año 2000, este espacio se acondicionó para el baño, añadiendo barandillas, papeleras e incluso una pequeña cafetería. Pero, la zona sufrió un incendio en 2012, la piscina natural Pego do Inferno tuvo que cerrarse al público. Hoy en día, aunque no tenga las condiciones de entonces, es un espacio increíble donde disfrutar y descansar.

El impresionante mirador de Portugal que descubre uno de los mejores paisajes del país: acantilados escarpados y vistas al Atlántico.
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