España es un país en el que el elevado calor se acusa durante ciertos tramos del año, especialmente en verano. Pese a ello, en la geografía de la península aún hay pueblos que se resisten a las altas temperaturas. En concreto, hay una pequeña localidad de la provincia de Burgos donde, según las estadísticas de la Agencia Española de Meteorología (AEMET), las olas de calor parecen no existir: Palacios de la Sierra.
El pequeño pueblo, situado en la comarca de Pinares, posee una población, según los últimos censos, de 695 habitantes. Todos ellos que van a pasar uno de los veranos más cómodos del país, en cuanto a pasar calor se refiere. El lugar es una posible ruta de escape para aquellos que deseen alejarse de las altas temperaturas: las máximas raramente superan los 30 grados, un aspecto que lo hace muy atractivo para turistas y, por supuesto, para todos aquellos que siempre han estado allí.
Situación única
El clima del pueblo, de hecho, es tan fresco que hasta puede serles necesario llevar algún tipo de prenda, como una rebeca, sudadera o chaqueta veraniega, a altas horas de la tarde. Con unas mínimas que incluso pueden situarse por debajo de los 10 grados, los habitantes de este curioso pueblo manchego pueden dormir por la noche sin necesidad de ventiladores, aire acondicionado o ventanas abiertas.
“Las temperaturas más frescas a las 7 a.m del 16/07 se dieron en Lagunas de Somoza a 6 grados y Portilla de la Reina, junto a Palacios de la Sierra con 7 grados”, afirma en sus portales la agencia MeteoGib Weather Consultancy, que recurrentemente publica estadísticas sobre temperaturas. Los palancianos pueden descansar sin necesidad de usar cualquier tipo de tecnología que aclimate sus hogares. “En Palacios se descansa por las noches, eso es un privilegio:”, afirma Elena Llorente, residente del pueblo, en un reportaje de Burgos Conecta.
Enormes diferencias
La diferencia de clima en relación con otros lugares de la provincia, como con la ciudad de Burgos, es grande. Allí las temperaturas superan los 30 grados e incluso se sitúan casi en los 40 grados. “Aunque Burgos sea conocida por el frío, en verano pasa todo lo contrario. Las temperaturas rondan los 30 grados, y cuando hay una ola de calor, el calor seco se traduce en temperaturas que sobrepasan fácilmente los 35 grados”, explica Pablo, un joven de 22 años residente en Burgos. “Dormir bien con estas temperaturas depende de muchos factores. En mi caso no tengo climatización y da el sol durante todo el día. Así que me cuesta conciliar el sueño la mayoría de noches.”, añade. En Palacios de la Sierra, no ocurre así.
Castilla y León es una comunidad que vive en gran parte de su agricultura. En ese sentido, Palacios de la Sierra, gracias a su peculiaridad climática de temperaturas bajas, aporta un entorno idóneo para todo aquel que tenga que realizar trabajos laboriosos en el campo durante este verano. Sin embargo, como otros lugares de la región, sufre el problema de la falta de agua. El Ayuntamiento se ha reunido recientemente, tal y como ha mostrado en sus redes, para elaborar un plan hídrico que combata esa escasez.