Uno de los pueblos más bonitos de Salamanca tiene una iglesia declarada bien de interés cultural y fue clave en la Edad Media

Situado a 781 metros de altura sobre el nivel del mar, el pueblo salmantino de Cantalapiedra se localiza dentro de la comarca de Peñaranda. Su entono privilegiado, reconocido por sus extensos paisajes rurales, sirvió como frontera entre los reinos de León y Castilla.

Además, su posición estratégica le llevo a su punto más alto en la Edad Media, momento en el que se convirtió en sede episcopal, alcanzado su punto más alto en cuanto a relevancia histórica. El trazado urbano amurallado que lo distingue nació en época.

A pesar de su pequeño tamaño, Cantalapiedra cuenta con una amplia oferta cultural y arquitectónica. Tanto es así que para mucho es uno de los pueblos más bonitos de la provincia salmantina.

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Entre sus puntos de interés destaca la Iglesia de Santa María, un templo declarado Bien de Interés Cultural que combina el estilo románico y el mudéjar.

Por otra parte, la Plaza Mayor, que se presenta como el centro neurálgico de la localidad, no sólo permite disfrutar de una atmósfera tranquila, sino que también es el vivo reflejo de la historia de este pueblo. Sus soportales, así como sus fachadas tradicionales, son la imagen que representa a Cantalapiedra.

El Torreón de Deán, que es la única torre conservada de la muralla, la ermita de la Virgen de la Misericordia, situada en la entrada del pueblo, o la casa de Onís, son otros ejemplos del patrimonio del municipio salmantino. Asimismo, durante el siglo XIX, el casco urbano de Cantalapiedra se expandió hacia la estación de ferrocarril, una fuente vital de dinamismo para el pueblo, lo que contribuyó a mitigar el éxodo rural. En la calle que lleva a la estación, el Convento de las Hermanas Clarisas, con su distintiva torre blanca, recibe a los visitantes que llegan desde el norte, anunciando la proximidad del municipio.

Más allá de su importante valor histórico, Cantalapiedra también se presenta como el destino perfecto para los amantes de la naturaleza. La zona, caracterizada por su paisaje rural y su tranquilidad, permite disfrutar de rutas que recorren campos de cultivo, riberas de ríos y caminos históricos. Una de las rutas recomendadas es la que sigue el cauce del río Trabancos, ofreciendo vistas de la flora y fauna local.

Ahora bien, las opciones no se acaban aquí. Otras alternativas de senderismo son la ruta de los campos de cultivo, que rodean Cantalapiedra y ofrece una visión panorámica de la zona, o la ruta de Casa de los Onís y Monasterio del Sagrado Corazón, que ofrece un recorrido en la que la naturaleza se combina con la historia.

Para llegar a Cantalapiedra desde Salamanca, la mejor opción es coger el coche y tomar la carretera A-62 en dirección norte. Después de un tiempo aproximado de 45 minutos en coche, se deberá tomar la salida 210 y seguir las indicaciones hasta llegar al municipio.

En caso de no contar con vehículo propio, siempre se podrá optar por el transporte público. De esta forma, hay un bus directo al municipio desde la ciudad de Salamanca.