Nuestro país vecino no tiene nada que envidiar a España en cuanto a nivel de playas. Si bien es cierto que el país español cuenta con muchos más kilómetros de costa, Portugal también ocupa una posición privilegiada en la Península Ibérica, lo cual le permite poseer algunos de los litorales más bonitos de toda Europa. Por ejemplo, a todos se nos vienen a la mente las famosas playas de la zona del Algarve o de la ciudad de Albufeira.
No obstante, no son las únicas, y es que el territorio luso también ofrece playas muy similares a las que podríamos encontrar en los países caribeños. Un buen ejemplo es la Playa de Galapinhos. Este reconocido destino paradisiaco se localiza en el Parque Natural de la Arrábida, una destacada zona caracterizada por la conservación de sus recursos naturales. Asimismo, su ubicación es muy cercana a Lisboa, con tan solo 50 kilómetros de diferencia entre ambas localizaciones.
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Entre las mejores del mundo
En el año 2017, la Playa de Galapinhos fue nombrada como la mejor playa de Europa de parte de una votación, con más de 130 países participantes, de European Best Destinations, organización destinada a fomentar el turismo europeo. A su vez, este galardón le ha permitido recibir el sobrenombre de la ¨Ibiza Portuguesa¨.
La calma de sus aguas es una de sus características clave, así como el encanto del entorno y la poca actividad humana allí realizada. De hecho, la Playa de Galapinhos también goza de aguas a una temperatura ideal y cristalinas, que hace posible ver a los peces que nadan por allí. Además, alrededor del entorno es común la presencia de bellas cuevas perfectamente accesibles y que aumentan en gran medida la belleza de la playa.
Por otro lado, hay numerosas actividades que se pueden realizar en este litoral. La más destacada es el submarinismo, sin embargo, la pesca submarina o las excursiones en lancha son también muy habituales. Finalmente, el senderismo por el parque natural es también una muy buena opción para no aburrirse en esta zona.
Una playa muy familiar
Sin duda, la Playa de Galapinhos acostumbra a otorgar tranquilidad y serenidad a sus visitantes. La calma de sus aguas comentada anteriormente provoca que sea un destino ideal para acudir en familia. Además, la gran extensión de la playa favorece a la menor masificación de la misma.
Por otro lado, el acceso a la Playa de Galapinhos no es el más fácil de todos, debido principalmente a los pocos lugares habilitados para el estacionamiento. Para llegar, hay dos opciones diferentes. La primera de ellas es realizar una ruta a través del propio Parque Natural de Arrábida, descendiendo hacia la playa. Sin embargo, la otra opción es mediante un camino de piedras que la conecta con la Playa de los Galapos, situada justo al lado de la ¨Ibiza Portuguesa¨. Este factor, a su vez, ha generado que muchos turistas no acudan a este destino, reduciendo la saturación, aunque no cabe duda de que el camino acaba mereciendo la pena.