El pequeño municipio andaluz del que dependen otras cuatro aldeas y que se encuentra en medio de un Parque Natural

Viajar a el Madroño no es solo rodearse de bosque y montañas, sino que también es una oportunidad para conocer su enorme patrimonio arquitectónico y cultural

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Situado a 77 kilómetros de Sevilla capital, el Madroño se localiza en las estribaciones de la Sierra de Aracena, dentro de la comarca turística de la Vía de la Plata. Así, este pequeño municipio andaluz se presenta como el lugar perfecto para dejar de lado la ansiedad propia de la ciudad y abrazar la tranquilidad que la naturaleza regala.

Y es que es precisamente a los árboles y plantas que la rodean a quien debe su nombre. Los madroños son un elemento característico de la localidad y cubren por completo su paisaje.

El Madroño está dividido en varios núcleos poblacionales, con un total de aproximadamente 290 habitantes censados. Sin embargo, algunos de estos núcleos tienen entre 1 y 7 habitantes registrados. En realidad, la población efectiva es de solo 16 personas. Este reducido número de residentes permite que las tradiciones se conserven y que el tiempo parezca detenerse, creando un enclave donde es posible vivir de manera tranquila y feliz. Fue en el año 1921 cuando este pueblo, hasta entonces perteneciente al municipio de El Castillo de Las Guardas, se constituyó como localidad independiente.

Iglesia de San Blas, El Madroño
Iglesia de San Blas, El Madroño

Un paseo por El Madroño

Su proximidad al Parque Natural de Aracena y Picos de Aroche, así como al Coto Nacional de Caza de la Pata del Caballo, ofrece a los viajeros una experiencia única en contacto con la naturaleza. Asimismo, se recomienda realizar alguna ruta senderista. Entre las opciones está la de dirigirse al Monumento Natural la Encina de los Perros, a solo un kilómetro y medio del pueblo, por un camino de fácil acceso. Otro espacio natural protegido son las Grabaciones Rupestres de la Cueva del Pobre, en el Cerro de El Riscal, aunque su acceso es restringido.

Ahora bien, viajar a el Madroño no es solo rodearse de bosque y montañas, sino que también es una oportunidad para conocer su enorme patrimonio arquitectónico y cultural. En esta localidad, es posible visitar la Iglesia de San Blas, que alberga al patrón de la villa y se ubica en la Plaza de la Constitución, el centro neurálgico del pueblo. Además, también se recomienda hacer una segunda ruta senderista para conocer El Alamo, Juan Antón, Juan Gallego y Villagordo, las cuatro aldeas dependientes del municipio.

Otro monumento destacado es la Capilla de las Cruces, donde se encuentran la Cruz de Arriba, cuya festividad se celebra a mediados de mayo, y la Cruz de Abajo, a principios de agosto.

Cómo llegar a El Madroño

Para llegar a El Madroño desde Sevilla es necesario tomar la autovía A-66, conocida como la Ruta de la Plata, y luego la salida 782 hacia la N-433. Al llegar a El Castillo de las Guardas, se debe continuar por la A-476, que se conecta más adelante con la C-421. Será a través de esta última carretera por donde se llegará al pueblo.

Una vez allí, se recomienda disfrutar de los productos típicos de la zona, tales como las migas, los sopeaos, la caldereta de chivo o de cerdo y el gazpacho. Además, entre sus postres destacan los alfajores, los pestiños, las rosas, los roscos y las roscas de San Blas bendecidas.

El mejor bocadillo de Andalucía se come en una pizzería italoargentina en Sevilla: con pan de brioche y caviar de lambrusco.
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