El bonito pueblo de Asturias que fue la primera capital de España y es la puerta de entrada a los Picos de Europa

Esta localidad es la combinación perfecta de historia, patrimonio y naturaleza gracias a todos los encantos que atesora

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Esta localidad es la combinación perfecta de historia, patrimonio y naturaleza gracias a todos los encantos que atesora

A los pies de los Picos de Europa, entre valles, montañas y un entorno natural de ensueño, se incrusta uno de los pueblos más bonitos de España. Esta villa acoge un legado histórico y cultural que fue fundamental en la historia de España, que sumado a su rico patrimonio, se ha convertido en uno de los destinos más visitados de Asturias. Además, tampoco se puede pasar por alto su rica gastronomía, la cual permite degustar alguno de los manjares de esta región.

Estamos hablando de Cangas de Onís, una villa que es la puerta de entrada al paraíso natural y a la historia de nuestro país, pues en ella, hace más de mil años, Don Pelayo inició la sublevación contra la invasión musulmana, convirtiendo a Cangas en la primera capital de España. Pero esto no es todo, pues cuenta también con una de las imágenes por excelencia de Asturias, su Puente Romano, uno de los monumentos más característicos y visitados de todo el Principado.

La primera capital de España

El origen de Cangas de Onís se remonta mucho antes de Don Pelayo, pues se han encontrado en sus alrededores algunos de los yacimientos paleolíticos más importantes de Asturias. Entre estos destacan el arte rupestre de las cuevas del Buxu y La Güelga, los cuales contienen pinturas y grabados que han sido objeto de estudios arqueológicos debido a su antigüedad y complejidad. Además, los vestigios neolíticos en Cangas de Onís son igualmente impresionantes, con estructuras funerarias monumentales como el dolmen de la Santa Cruz.

Cangas de Onís, en Asturias (Shutterstock).
Cangas de Onís, en Asturias (Shutterstock).

A su vez, la villa también conserva vestigios de la época romana, incluyendo un tramo de la antigua calzada romana que atraviesa la región. Este camino era parte de una red más amplia de vías que facilitaban el movimiento de tropas, mercancías e información a lo largo del imperio. El puente medieval, conocido popularmente como el Puente Romano, aunque de origen medieval, se ha convertido en un símbolo icónico de la villa. Este puente de piedra, con su distintivo arco central y la Cruz de la Victoria colgando, es un punto de referencia histórico y arquitectónico.

Sin embargo, la importancia histórica de Cangas de Onís se consolidó con la sublevación de Don Pelayo, el primer rey del Reino de Asturias, contra el dominio musulmán en la península ibérica. La victoria en la Batalla de Covadonga en el año 722 marcó el inicio de la Reconquista y otorgó a Cangas de Onís un papel protagonista en la historia de España.

Tras esta victoria, Don Pelayo estableció su corte en Cangas de Onís, convirtiéndola en la primera capital del Reino de Asturias. Con el tiempo, y a medida que el reino asturiano se expandía, la capital fue trasladada a Pravia y posteriormente a León para facilitar un mejor control administrativo y militar sobre los territorios conquistados.

Un paseo por Cangas de Onís

Puente Romano de Cangas de Onís, en Asturias (Shutterstock).
Puente Romano de Cangas de Onís, en Asturias (Shutterstock).

Las calles que conforman el entramado de Cangas de Onís permiten disfrutar de una arquitectura tradicional que se refleja en sus edificios históricos y en monumentos como el ya mencionado Puente Romano. Este es el sello de identidad de la villa, pero también destacan otros espacios como es la capilla de Santa Cruz. Se trata del templo cristiano más antiguo de España, pues fue mandada construir por el Rey Favila, hijo de Pelayo, para conmemorar la victoria en la Batalla de Covadonga.

Igualmente, la iglesia de Cangas de Onís se incrusta en el corazón de la localidad, en la intersección que forman las calles más importantes, la de Mercado y la Av. de Covadonga. Fue construida en 1963 y presenta una arquitectura distribuida en tres naves con una torre de 33 metros de alto y espadaña con campanario de tres niveles. Igualmente, la villa está plagada de palacios y casonas, donde destacan el palacio “pintu” o el palacio de Soto Cortés.

Aparte de su patrimonio histórico y cultural, el entorno que rodea al pueblo es otro de sus grandes atractivos. Situado a las puertas del Parque Nacional de los Picos de Europa, la localidad es un punto de partida ideal para explorar esta impresionante área montañosa. Los Picos de Europa, con sus majestuosas cumbres, valles profundos y abundante fauna, son un paraíso para los amantes del senderismo, la escalada y la naturaleza en general.

El Real Sitio de Covadonga y su santuario (Joaquin Ossorio Castillo/Shutterstock)
El Real Sitio de Covadonga y su santuario (Joaquin Ossorio Castillo/Shutterstock)

Uno de los lugares más visitados dentro del parque es el Santuario de Covadonga, situado a unos 12 kilómetros de Cangas de Onís. Este santuario, que alberga la Cueva de Covadonga y la Basílica de Santa María la Real, es un importante centro de peregrinación y tiene un profundo significado religioso e histórico para los asturianos. Igualmente, los Lagos de Covadonga, también ubicados en el parque, son otro punto destacado. Estos lagos glaciares, Enol y Ercina, ofrecen un paisaje espectacular y son accesibles por carretera, aunque en verano se debe utilizar un servicio de autobuses para preservar el entorno natural.

Cómo llegar

Desde Oviedo, el viaje es de alrededor de 1 hora por la carretera N-634. Por su parte, desde Santander el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 30 minutos por la carretera A-8.

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