El espectacular castillo del siglo XI incrustado en la roca que cuenta con una de las mejores vistas de la comarca del Bierzo

Esta fortaleza es visitable y constituye un gran patrimonio histórico y cultural en la región

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Castillo de Cornatel, en León (Shutterstock).
Castillo de Cornatel, en León (Shutterstock).

A lo largo de todo el territorio español, se pueden encontrar hasta más de 10.000 castillos y fortalezas. Estas son el reflejo de la cultura e historia que dejaron las antiguas civilizaciones, y que gracias a su buen estado de conservación se pueden disfrutar a día de hoy. De este modo, permiten viajar en el tiempo y conocer los acontecimientos y episodios históricos que se vivieron entre sus muros. Además, muchos de ellos se enclavan en lugares privilegiados, lo que permite disfrutar de entorno natural que son una maravilla.

Este es el caso del castillo de Cornatel, una fortaleza poco conocida que se incrusta en las montañas del Bierzo, concretamente en Villavieja, del municipio de Priaranza del Bierzo. Su estructura es de lo más sorprendente, pues se enclava en lo alto de un promontorio rocoso adaptándose al terreno irregular. Esto le da una apariencia impresionante, pero si por algo destaca es por las espectaculares vistas que ofrece de toda la comarca del Bierzo desde la atalaya natural donde se asienta.

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Una dilatada historia

Su origen es algo incierto, aunque tal y como señalan en el portal especializado Castillo de los Templarios, hay muchas teorías que unen su historia con la del castillo de Ulver y la presencia romana en la zona en la explotación de Las Médulas. De este modo, a comienzos del siglo XI, el Castillo de Ulver emerge como una fortaleza de importancia en la región de El Bierzo. En el siglo XIII, la fortaleza pasó a manos de la Orden del Temple, donde los templarios permanecieron hasta 1312, año en que la orden fue disuelta por mandato papal.

Tras la disolución de los templarios, el castillo fue transferido a Álvar Núñez Osorio y posteriormente a Pedro Fernández de Castro. Y ya en 1378, se registra por primera vez el nombre de Cornatel asociado a esta fortaleza, pasando de nuevo la propiedad del castillo la familia Osorio, alcanzando una figura clave en su historia con Pedro Álvarez Osorio, quien se convertiría en el primer Conde de Lemos. Un siglo más tarde, la fortaleza sufrió un momento crítico en 1467, durante la Revuelta Irmandiña, cuando fue tomado y casi completamente destruido.

Castillo de Cornatel, en León (Wikimedia).
Castillo de Cornatel, en León (Wikimedia).

Pedro Álvarez Osorio ordenó su reconstrucción, y el castillo se convirtió en su residencia final, donde falleció en 1483. La muerte del Conde de Lemos desató un conflicto familiar por su herencia, lo que llevó a la intervención de los Reyes Católicos. Como resultado de este conflicto, los monarcas establecieron el marquesado de Villafranca, otorgándoselo a Juana Osorio, hija del Conde de Lemos, y a su esposo. Entre los bienes asignados al nuevo marquesado se encontraba el castillo de Cornatel, consolidando su relevancia en la historia nobiliaria de la región.

Sin embargo, el paso de los años hizo que el castillo fuera abandonado y cayera en un estado progresivo de ruina. No fue hasta el año 2022 cuando fue parcialmente restaurado y acondicionado para las visitas, adoptando las medidas de seguridad necesarias para ello.

Arquitectura y vistas únicas

En cuanto a su arquitectura, la fortaleza se caracteriza por su robustez y adaptación al terreno montañoso. Su planta es irregular, aprovechando la orografía del lugar para maximizar su capacidad defensiva. Las murallas, de considerable altura y grosor, están reforzadas con torres y almenas, ofreciendo una vista imponente del paisaje circundante.

En el interior, se pueden apreciar restos de las distintas dependencias que componían el castillo, como la capilla, las estancias residenciales y las zonas de almacenamiento. A pesar de las reformas y el paso del tiempo, el castillo conserva su esencia medieval, transportando a los visitantes a épocas de caballeros y cruzadas. Además, ha sido declarado Bien de Interés Cultural, lo que garantiza su protección y preservación.

Castillo de Cornatel, en León (Shutterstock).
Castillo de Cornatel, en León (Shutterstock).

Su inclusión en rutas turísticas, como la del Camino de Santiago, ha incrementado el flujo de visitantes, interesados no solo en la historia del castillo, sino también en el impresionante entorno natural que lo rodea. Y es que desde la fortaleza se pueden disfrutar de una de las mejores vistas de la comarca del Bierzo, donde las montañas y los valles son los únicos protagonistas.

Cómo llegar

Desde León, el viaje es de alrededor de 1 hora y 30 minutos por las carreteras AP-71 y A-6 (hay peajes). Por su parte, desde Ourense el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 50 minutos por la vía N-120.

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