A comienzos 1605, nació una de las obras culmen de la literatura española. Ese año, el gran Miguel de Cervantes publicó la primera parte de El Quijote con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Desde ese momento hasta ahora, esta joya del siglo de oro ha recorrido el mundo entero y ha sido traducida en más de 145 idiomas, lo que refleja su importancia a lo largo de la historia. Pero, ¿de dónde salió el primer texto de este libro?
El origen de ‘El Quijote’
En la sierra de Guadarrama, en el valle del Lozoya, se encuentra Rascafría, un pequeño municipio que mantiene un aire de atemporalidad. Este pintoresco pueblo es un refugio de tranquilidad y belleza natural, y cuenta con una rica historia y un destacado patrimonio cultural. Entre sus monumentos más emblemáticos se destaca el monasterio de El Paular, una ventana a la historia de la región que deja con la boca abierta a quien lo visita.
Pero esto no es todo, pues en los alrededores del municipio se encuentra el Antiguo Molino de papel de los Batanes. Este se ubica en la finca de los Batanes, una de las divisiones de tierras de la orden de La Cartuja de Santa María de El Paular. El batán, un instrumento que activa los mazos para compactar tejidos, utilizaba una rueda de piedra hidráulica. Estos dispositivos fueron comunes en España hasta el siglo XIX.
Este antiguo molino fue adquirido a finales del siglo XIV en Alameda del Valle y su primer encargo fue aserrar la madera para la construcción del Monasterio de El Paular. Posteriormente, el molino se convirtió en una fábrica de papel, donde se imprimieron los primeros pliegos de la edición Príncipe de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, realizada en la casa de Juan de la Cuesta en 1605, tal y como cuenta la web del Valle del Lozoya. El impacto de esta obra fue inmediato y significativo. Tras un incendio devastador en la fábrica, el rey Felipe IV, nacido el mismo año en que se imprimió El Quijote, eximió a los propietarios del pago de los tributos.
El Monasterio de Santa María de El Paular
Próximo al molino, se ubica uno de los monasterios por excelencia en la Comunidad de Madrid: la cartuja de Santa María de El Paular. Desde su fundación en 1390 hasta el siglo XIX, el monasterio contó con el respaldo y la protección de los reyes castellanos. De este modo, el monasterio de Santa María de El Paular es, sin duda, el monumento más emblemático de Rascafría. La iglesia, el claustro y la hospedería del Monasterio de El Paular son algunas de las áreas que los visitantes pueden explorar, ofreciendo una experiencia inmersiva en la historia y la arquitectura de este emblemático edificio situado a orillas del río Lozoya.
A su vez, con más de seis siglos de historia, el edificio sigue habitado por la comunidad de benedictinos, manteniendo así su función original y su atmósfera espiritual. Cabe destacar también el Puente del Perdón, ubicado junto a la construcción y sobre el cauce del río Lozoya. Este puente, cuya construcción se remonta al siglo XVIII, es un testimonio del ingenio arquitectónico de la época y un punto de interés para los visitantes que desean entender mejor la conexión entre el monasterio y su entorno natural.
Igualmente, los paisajes que rodean el monasterio de El Paular, caracterizados por la serenidad y la belleza del valle del Lozoya, ofrecen un refugio de tranquilidad y una oportunidad para conectar con la rica historia y el patrimonio cultural de la región. Este entorno, junto con la arquitectura histórica del monasterio y el puente, proporciona una experiencia completa para aquellos interesados en la historia, la arquitectura y la naturaleza.
Cómo llegar
Desde Toledo, el viaje es de alrededor de 1 hora y 25 minutos por la carretera CM-42. Por su parte, desde Madrid el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 35 minutos por las vías A-4 y AP-36 (hay peajes).