El pueblo de Cantabria situado en un parque natural con seis espectaculares playas y un casco histórico declarado Bien de Interés Cultural

Ubicada en el norte de España y bañada por las aguas del mar Cantábrico, se encuentra la comunidad autónoma de Cantabria. Una región que, aun siendo pequeña en extensión, ofrece increíbles paisajes con una amplia gama de colores que van desde el verde intenso de sus montañas hasta el azul del océano Atlánticos. La provincia es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, de los pequeños pueblos, de la gastronomía, del turismo rural, de los faros, de los deportes al aire libre y de los veranos poco calurosos.

Pero, sin duda, uno de sus mayores atractivos son sus impresionantes playas, que son un regalo que deja el litoral cantábrico a lo largo de sus 285 kilómetros de largo. Estos arenales llaman la atención tanto de los amantes del surf como de los que buscan la calma y relajarse. Esta región cuenta con playas para satisfacer todos los gustos: en parques naturales, urbanas, más escondidas y salvajes. Uno de los pueblos que puede presumir de tener algunas de las más espectaculares de la zona es Isla.

La localidad de Isla, que está ubicada en una península entre dos rías y el mar Cantábrico, se caracteriza por su diversidad de paisajes: amplias playas de arena dorada y aguas turquesas, calas recónditas e impresionantes acantilados. Esta aldea del municipio de Arnuero se encuentra en un espacio protegido de la reserva natural de las marismas de Santoña, Victoria y Joyel, un lugar donde se mezclan el agua dulce y el agua salada conformando un ecosistema único.

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El litoral de Isla ofrece una panorámica única del mar Cantábrico con espacios en los que poder disfrutar del sol y el baño. En total, esta costa la componen seis playas que si por algo se caracterizan, es por su disposición resguardada de los vientos, su arena fina y sus aguas cristalinas.

Playa de la Cava

Situada en un lugar privilegiado de la localidad, justo al comienzo de las marismas de Santoña, Victoria y Joyel, es una playa en la que se van formando pequeñas piscinas naturales. Justo a su lado encontramos la ría que, aunque parezca inofensiva, se debe tener cuidado con sus corrientes.

Playa el Cándano

Una pequeña cala rodeada de acantilados que configuran un hermoso paisaje. Resguardado de los vientos, este arenal se convierte en el lugar ideal para la práctica de deportes náuticos y playeros con toda la familia.

Playa de El Sable

Al encontrarse en el centro del núcleo urbano está protegida de los vientos y los fuertes oleajes y es la más familiar de las seis. Este bonito enclave forma dos grandes calas de arena separadas por una gran roca en medio.

Playa de Arnadal

A los pies de los acantilados de la costa de Trasmiera encontramos esta pequeña, pero coqueta playa semi-virgen, de arena fina y dorada y aguas cristalinas.

Playa de la Arena

En plena desembocadura del río Campiazo nos encontramos con uno de los arenales más impresionantes y extensos de Isla. Esta playa, de cerca de un kilómetro de longitud, se encuentra en las faldas de un espectacular encinar.

Pero, Isla es más que arenales, callejeando por su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural, podemos encontrarnos con edificios importantes como la Iglesia de San Julián y Santa Basilisa, una estructura barroca del siglo XVII y el Palacio de los Condes de Isla-Fernández, cuya arquitectura está basada en el clasicismo regional.