España alberga un gran número de cuevas y grutas que muestran el paso de la historia a través de todas las civilizaciones que allí habitaron. Desde la prehistoria, son muchos los pueblos que han dejado su huella en ellas a través de pinturas, herramientas u otros restos. Una de las más conocidas a nivel mundial son las cuevas de Altamira, pero en nuestro país se localizan otras cavidades que guardan infinidad de secretos y son menos conocidas.
De este modo, en el pintoresco municipio de Vélez-Blanco, en Almería, la cueva de los Letreros se alza como una de las joyas geológicas de la región. Este abrigo rocoso se encuentra en la ladera de la Sierra de María, a unos 1.000 metros sobre el nivel del mar, y ha sido declarado Monumento Histórico-Artístico desde 1924. Además, en 1998 fue incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, dentro del conjunto del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica.
El símbolo de Almería
Este enclave contiene una de las representaciones más emblemáticas del arte rupestre levantino y estás pinturas datan de entre el 5000 y 3000 a.C. Se trata de un conjunto de figuras y símbolos pintados con pigmentos minerales, que han llegado hasta nuestros días en notable estado de conservación. De este modo, se pueden apreciar figuras esquematizadas de animales como cabras y ciervos, así como representaciones humanas con los brazos y las piernas arqueadas, representaciones propias de este estilo.
Entre las pinturas rupestres más destacadas de la cavidad se encuentra la figura del Indalo, un símbolo icónico de la región de Almería. Este enigmático dibujo, que data de la Edad del Bronce, representa a un hombre sosteniendo un arco iris con sus manos levantadas, un gesto cuyo significado exacto continúa siendo objeto de debate entre los investigadores y especialistas en arqueología. El Indalo no solo es una representación artística, sino que se ha convertido en un emblema de la identidad cultural y el patrimonio histórico de Almería.
Su imagen ha sido adoptada por la provincia como símbolo de buena suerte y protección, y es común verlo en fachadas de casas, negocios y hasta en el escudo oficial de la provincia. Este símbolo traspasa el ámbito arqueológico para adentrarse en la vida cotidiana y espiritual de la región, consolidándose como un icono reconocido tanto a nivel local como nacional.
Otras pinturas y un pequeño camino
Entre las figuras más destacadas se encuentra también el denominado Brujo, una figura antropomorfa con una única pierna y uno de los brazos proyectados en un ángulo inusual. Esta representación es uno de los iconos del arte rupestre de la región y ha suscitado numerosas interpretaciones y estudios. Se piensa que podría tratarse de un chamán o un personaje mitológico, aunque su significado exacto sigue siendo un enigma. A su vez, otras figuras que se pueden observar en la cueva incluyen escenas de caza, con ciervos, cabras y otros animales, así como pinturas humanas en distintas posturas y actividades.
Igualmente, cabe destacar que para llegar a esta cueva se debe recorrer un pequeño camino de apenas un kilómetro y medio que parte desde el Maimón Grande, “una gran mole de piedra caliza disuelta lentamente por el agua de lluvia. Como resultado, aparecen multitud de cuevas y abrigos”, destacan desde la página web de la Junta de Andalucía.
Cómo llegar
Desde Almería, el viaje a Vélez-Blanco es de alrededor de 1 hora y 50 minutos por la vía A-7. Por su parte, desde Murcia el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 20 minutos por la misma carretera.