El bonito pueblo que forma parte de “la Andalucía de Ávila” y que tiene un impresionante castillo

La Adrada combina naturaleza y cultura, con puentes romanos como el Puente Mosquea, el Puente Mocha, el Puente Chico o el Puente Nuevo

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Castillo de La Adrada
Castillo de La Adrada

Asentada a los pies de una colina en la Sierra de Gredos, la comunidad de La Adrada se presenta como un paraíso mágico en pleno corazón del Valle de Tiétar. Así, naturaleza, historia y cultura se mezclan en un entorno único de la provincia de Ávila.

Recorrer los rincones de La Adrada, con más de seiscientos años de historia, es adentrarse en unas calles cargadas de ejemplos de arquitectura tradicional. En su casco histórico destacan la Casa de los Jerónimos, del siglo XVI, ubicada en la calle Larga, y la Casa del Tío Talís, situada en la calle de la Feria.

Un paso por La Adrada

Para quienes se acerquen a conocer este municipio, lo más recomendable es tomar la plaza del Riñón como punto de partida. El abundante arbolado es uno de sus elementos distintivos. Además, los zócalos y bordillos son de piedra natural, y en su centro se encuentra una fuente adornada por la estatua de La Niña de La Adrada.

Al avanzar hacia el centro de la villa, se encuentra la Casa del Tío Talís, una construcción de gran sencillez y belleza. Este edificio de planta irregular, construido con piedra natural y teja cerámica, cuenta con dos plantas y buhardilla. Es un ejemplar destacado de la arquitectura tradicional del pueblo, con características distintivas como huecos verticales, carpintería de madera y un balcón volado.

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La Plaza de la Villa, que alberga una fuente del siglo XIX con agua limpia y fresca de la sierra que brota por sus cuatro caños, ha sido mercado, cine y corral de comedias en La Adrada. Hoy en día, es un lugar de encuentro, paseo y celebración durante las fiestas. En esta plaza se encuentra el Ayuntamiento, construido a finales del siglo XVIII. Desde la plaza, se asciende por Las Escalerillas, una calle con construcciones tradicionales de piedra natural, enfoscado, teja cerámica y carpintería de madera, hasta el barrio típico de El Torrejón. Este mirador ofrece vistas pintorescas y maravillosas desde La Torrecilla.

Finalmente, desde el Torrejón se llega hasta el Castillo de La Adrada, situado en lo alto de una colina. Recientemente reconstruido sobre las ruinas de una antigua fortaleza que alojó a Enrique III, Juan II, Enrique IV y los Reyes Católicos, la restauración del castillo fue posible gracias a su cesión al Ayuntamiento por parte de la familia García Moreno, sus antiguos propietarios, y al apoyo de varias instituciones. El Castillo es la muestra patrimonial más importante de la arquitectura medieval en la provincia de Ávila, en la actualidad alberga el Centro de Interpretación Histórica del Valle del Tiétar.

Senderismo en el Valle del Tiétar

El entorno natural de La Adrada, en el Valle del Tiétar, conocido como la “Andalucía de Ávila”, ofrece un microclima excepcional ideal para actividades al aire libre. Sus senderos, rodeados de naturaleza, y charcas como la Charca de la Hoya y la Presa de la Pinara, son perfectos para refrescarse en verano.

Por su parte, la Adrada combina naturaleza y cultura, con puentes romanos como el Puente Mosquea, el Puente Mocha, el Puente Chico o el Puente Nuevo, que históricamente conectaron los pueblos de la zona. Destaca el pino Aprisquillo, un ejemplar de más de cuatrocientos años, reconocido como Árbol Español del Año por la Asociación Bosques sin Fronteras.

Esta localidad cuenta con un patrimonio monumental único que se traduce en su impresionante muralla. Además, su rica gastronomía la convierte también en un destino culinario espectacular
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