A lo largo de todo el territorio español, se pueden encontrar hasta más de 10.000 castillos y fortalezas. Estas son el reflejo de la cultura e historia que dejaron las antiguas civilizaciones, y que gracias a su buen estado de conservación se pueden disfrutar a día de hoy. Además, algunas de ellas se alzan como imponentes construcciones defensivas que protegían las fronteras y defendían los diferentes pueblos. Gracias a ello, a lo largo de toda La Raya —nombre que se utiliza para denominar la frontera entre España y Portugal— se pueden encontrar imponentes fortificaciones que conforman un rico patrimonio.
En este sentido, apenas a 30 minutos de Portugal, se localiza el pueblo de Alburquerque, una villa que sorprende gracias a su impresionante castillo. Conocido como el castillo de la Luna, este se incrusta en lo alto de un promontorio rocoso, dominando toda la localidad y los alrededores. A su vez, presenta una arquitectura militar muy notable que lo convierte en uno de los mayores exponentes de este estilo en la región.
Una marcada arquitectura militar
La historia del castillo se remonta al siglo XIII, cuando fue construido originalmente para defender estas tierras de los ataques de los reinos vecinos y los conflictos internos. Aunque su construcción inicial data de esta época, el castillo ha pasado por diversas ampliaciones y reformas a lo largo de los siglos, especialmente durante los reinados de Alfonso XI y Enrique II en el siglo XIV. Además, su posición estratégica es lo que le ha dado importancia a lo largo de la historia, ya que se trataba de un emplazamiento privilegiado para vigilar todos los alrededores.
Tanto es así, que la fortaleza ha sido escenario de numerosos episodios bélicos y estratégicos. Durante la guerra de la Independencia, la fortaleza cambió de manos en varias ocasiones, siendo ocupada tanto por las fuerzas francesas como por las tropas españolas. Asimismo, en las guerras civiles que asolaron el país en diferentes épocas, el castillo jugó un papel crucial debido a su ubicación y a su robustez defensiva.
Igualmente, ha sido propiedad de numerosas familias a lo largo de los siglos, de hecho, uno de sus nombres hace referencia a uno de sus propietarios: Álvaro de Luna, Maestre de la Orden de Santiago y Condestable de Castillo. Este personaje ordenó significativas mejoras en la estructura del castillo, incluyendo la construcción de la torre del homenaje, la parte más visible y reconocible de la fortaleza. Esta torre, de planta rectangular y varias alturas, funcionaba como residencia señorial y último punto defensivo en caso de ataque. A esto se le suma la torre de los Cinco Picos, la cual se une a la del homenaje por un arco y un puente levadizo.
Por otro lado, el castillo presenta una arquitectura característica de las fortalezas medievales, con gruesos muros de mampostería y torres defensivas en sus esquinas. Así, la entrada principal está flanqueada por dos torres circulares y cuenta con tres niveles de murallas. En su interior se pueden contemplar diferentes patios y estancias, como el patio de armas, la capilla y las mazmorras. Asimismo, alberga en su interior una iglesia dedicada a Santa María del Castillo, la cual destaca por su estilo gótico y por albergar diversos elementos religiosos de la época.
Cómo visitarlo: horario y precios
Si se visita Alburquerque, el castillo es una de las paradas obligatorias en la villa. Tal y como expone Turismo de Extremadura en su página web, el horario de apertura del monumento es de miércoles a domingos y festivos de 10:00 h a 13:30 h y de 17:00 h a 19:30 h. Además, señalan que todas las visitas son guiadas y gratuitas.
Por otro lado, tampoco hay que perder la oportunidad de disfrutar de todos los encantos que esconde el pueblo. Así, el viajero puede perderse entre sus calles y descubrir otros atractivos como es la iglesia de Santa María del Mercado, del siglo XV y que alberga en su interior con un retablo mayor de estilo renacentista del siglo XVI. A su vez, destacan también la iglesia de San Mateo (siglo XVI), la ermita de las Reliquias (gótica, siglo XIII) y el convento de la Madre de Dios e iglesia de San Francisco.
Cómo llegar
Desde Esperança (Portugal), el viaje es de alrededor de 30 minutos por la carretera BA-008. Por su parte, desde Badajoz el trayecto tiene una duración estimada de 40 minutos por la vía EX-110.