Menorca se distingue por sus aguas turquesas y arenas blancas, características que hacen de esta isla balear un destino turístico excepcional en España. Cada año, miles de viajeros se aventuran a descubrir sus pintorescos pueblos, hermosas calas y secretos únicos, consolidando su reputación como un paraíso natural inigualable. Así, de todos sus encantos, las playas convierten a Menorca en un paraíso perfecto para unas vacaciones de verano.
Es difícil elegir con cuál quedarse, pero de todas ellas, cala Galdana y cala Turqueta ofrecen al viajero un paisaje impresionante. Pero esto no es todo, pues existe un sendero que une ambos arenales y discurre a través de la costa menorquina. Esta ruta forma parte de la travesía conocida como Cami de Cavalls (Camino de Caballos), una antigua senda que rodea la isla, ofreciendo una experiencia única tanto para los apasionados del senderismo como para los amantes de la naturaleza.
Con sus 185 kilómetros de longitud, esta travesía recorre toda la isla bordeando la costa y pasando por paisajes de incuestionable belleza y valor ecológico. De este modo, la ruta que conecta cala Galdana con Cala Turqueta es una de las 20 etapas que forman este recorrido. Cuenta con una distancia de alrededor de 12 kilómetros en sentido ida y vuelta, y una duración estimada de seis horas, en función del ritmo y del tiempo que se le dedique a las paradas.
Calas, barrancos y miradores
El punto de partida del recorrido se puede situar en el mirador de la Punta, en Cala Galdana, para lo que se debe cruzar el arenal y seguir por un puente hasta Racó des Mart y el mirador de Cala Macarella. La ruta discurre a través del camino que van marcando los barrancos que salpican la costa suroccidental de la isla. Así, abarca una variedad de ambientes naturales, permitiendo observar distintas formaciones vegetales, atravesando zonas secas y barrancos protegidos del viento, donde predominan ambientes húmedos y sombríos. Estos contrastes proporcionan un paisaje de notable diversidad y belleza.
Igualmente, cerca de esta ruta se encuentra el barranco más impresionante de Menorca, el barranc d’Algendar. Sus imponentes paredes albergan una gran diversidad de flora y fauna, incluyendo aves de rapiña que utilizan este lugar como su principal zona de caza en la isla, a lo que se le suman unas espectaculares vistas.
De camino a cala Turqueta el viajero tampoco puede pasar por alto la Macarelleta y el búnker situado en la parte final del sendero. Una vez allí, tan solo queda disfrutar de uno de los mayores tesoros naturales de la isla. Cabe destacar también que el camino es de baja dificultad, por lo que es ideal para disfrutar en compañía de la familia y amigos. Por su parte,
El Cami de Cavalls
El Camí de Cavalls tiene su origen en el siglo XIV, cuando se empleaba como ruta de vigilancia y defensa. Su nombre proviene de las tropas que patrullaban la costa a caballo. A lo largo de los siglos, esta senda ha tenido múltiples funciones, desde la protección hasta el comercio y la comunicación entre localidades de la isla. A finales del siglo XX y principios del XXI, se llevaron a cabo diversas iniciativas para recuperar y mantener la ruta. Hoy en día, caminar por el Camí de Cavalls permite sumergirse en la biodiversidad mediterránea.
El sendero recorre una diversidad de paisajes, desde calas vírgenes de arena blanca hasta zonas rocosas y acantilados, pasando por bosques de pinos y encinas. Esta variedad convierte la ruta en un recorrido único que atrae a numerosos viajeros. Los más aventureros pueden optar por realizar la travesía completa, dividida en 20 etapas recomendadas que facilitan la planificación y ofrecen una visión distinta de Menorca y su patrimonio. La ciudad de Maó, ubicada en el extremo este de la isla, es el punto de partida tradicional. Desde allí, se puede elegir caminar en dirección norte o sur.