El tren por 8 euros que recorre pueblos, ciudades y playas increíbles de Italia, Eslovenia y Croacia

Este trayecto atraviesa ocho ciudades en sólo dos horas

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Tren (Shutterstock)
Tren (Shutterstock)

En estos tiempos en los que una de las cosas que más se valora es la inmediatez y la rapidez, parece que se nos ha olvidado un poco como vivir de manera más pausada. Algo que también podemos aplicar a los viajes. Si existe la posibilidad de desplazarnos en avión, la escogemos directamente sin pararnos a pensar en las ventajas que nos aporta otra opción. Viajar en tren, por ejemplo, es una experiencia: se recorren paisajes insólitos y se puede disfrutar de esas vistas panorámicas y cambiantes a medida que se recorren diferentes regiones. Una excelente manera de apreciar la belleza del entorno.

Ahora la compañía Slovenian Railways ofrece una aventura ferroviaria europea para este verano. Un trayecto que atraviesa tres países y ocho ciudades en sólo dos horas y que es perfecto para una escapada de fin de semana. Esta ruta, que avanza por unos carriles construidos hace más de 150 años bajo el Imperio Austrohúngaro, comienza en la ciudad italiana de Trieste, caracterizada por su elegante conjunto de palacios y cafés modernos.

Primera parada: Trieste, la ciudad menos italiana de Italia

Trieste (Shutterstock)
Trieste (Shutterstock)

Trieste es una localidad algo especial, definida por muchos como “la ciudad menos italiana de Italia”, se encuentra muy cerca de Eslovenia y fue parte del Imperio Austrohúngaro. Enclavada en lo blanco del paisaje kárstico y orillas del profundo azul del mar Adriático, la urbe sorprende por sus iglesias, museos y palacio de estilo neoclásico y vienés. Una localidad en la que será más fácil encontrar chucrut y salchichas que pasta y pizza. Y es que a peculiar no le gana nadie: su iglesia más impresionante es la ortodoxa serbia y existen más de 10 formas diferentes de pedir una taza de café.

Un recorrido por Eslovenia

El tren continúa con su trayecto hacia la frontera con Eslovenia, donde hace escala en cuatro estaciones: Sežana, Divača, Pivka e Ilirska Bistrica. Este país es sinónimo de verde, más de la mitad de su territorio está copado de bosques, cascadas y parques naturales, que, en su mayoría, están protegidos. Un estado de postal que combina entre sus paisajes frondosas arboledas y montañas nevadas con espectaculares playas. Los amantes del turismo aventura y del ciclismo encuentran su parada obligatoria en Ilirska Bistrica donde se pueden alquilar bicicletas eléctricas y pedalear por las pistas boscosas de la zona, dominadas por picos nevados.

Un paseo por el país de las ciudades medievales

Más tarde, el ferrocarril se adentra en Croacia, donde se detiene en Šapjane y Opatija Matulji. Esta segunda villa también es conocida como la bella del Adriático, Vieja dama o Reina del turismo. Sus calles son como un museo al aire libre donde el viajero se ve abrumado por la riqueza arquitectónica y por los parques por los que un día paseó la aristocracia croata.

Última parada: Rijeka

Rijeka (Shutterstock)
Rijeka (Shutterstock)

Ciudad portuaria bañada por el mar Adriático y emplazada en la desembocadura del río que le otorga el nombre. La tercera urbe más grande del país fue reconocida en 2020 como la capital cultural de Europa. En una colina vigila a 138 metros de altura uno de los iconos de la ciudad, el castillo de Trsat.

Este trayecto se realizará a diario en ambas direcciones hasta el 30 de septiembre de este año, aunque la compañía espera que en un futuro pueda ser una ruta definitiva. Los billetes sencillos de adulto se pueden adquirir por ocho euros.

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