Muy cerca de la frontera con Francia, al norte de Girona, emerge uno de los pueblos más especiales de Cataluña. Sus aguas tranquilas y exclusiva belleza lo convierten en un destino esencial para conocer la tradición marinera del Alt Empordà y disfrutar de un entorno natural maravilloso. Pero esto no es todo, pues alberga una historia que se remonta a la época de los griegos, cuando este lugar no era lo que es ahora.
Estamos hablando de Sant Martí d’Empúries, una pequeña joya medieval situada en la Costa Brava y perteneciente al municipio de L’Escala, que destaca no solo por su belleza natural, sino también por su rica historia y patrimonio arquitectónico. Habitada de manera continua desde el siglo VI a.C. no siempre ha sido el pueblo que se puede conocer hoy en día, sino que siglos atrás, era una pequeña península unida al continente por un pequeño istmo.
Una colonia griega
La historia de Sant Martí d’Empúries se remonta al siglo VI a.C., cuando colonos griegos provenientes de la costa de la Península de Anatolia arribaron al islote de Sant Martí d’Empúries, estableciéndose en la cima de un pequeño risco. Años después, estos colonos decidieron trasladarse a tierra firme, fundando una verdadera colonia y dejando el islote casi deshabitado durante siglos. No fue sino hasta el declive del Imperio romano, alrededor del siglo III, cuando el lugar comenzó a expandirse nuevamente.
Durante el siglo VIII, los cristianos ocuparon Sant Martí d’Empúries, llegando incluso a establecer una sede episcopal. Sin embargo, con la llegada de los musulmanes a la Península Ibérica, la zona pasó a sus manos. Esta situación fue breve, ya que Carlomagno y las tropas carolingias recuperaron el territorio pocas décadas después. Ya en el siglo XI, el centro del condado se trasladó a Castellón de Ampurias, iniciando el declive de Sant Martí d’Empúries, a lo que años más tarde las condiciones hidrográficas de la región contribuyeron a que el islote comenzara a desaparecer.
Ruinas históricas y esencia medieval
Un paseo por las calles de la villa permiten descubrir su precioso núcleo medieval, el cual conserva gran parte de su muralla original y edificios de alto valor histórico. La estructura del pueblo se centra en torno a la Plaça Major, un lugar vibrante donde se encuentran la iglesia de Sant Martí, construida en 1538 sobre el antiguo templo prerrománico de 926, y la Casa Forestal, un edificio modernista que contrasta con el resto del conjunto arquitectónico medieval.
Justo enfrente de este edificio se ubican los restos del antiguo castillo, el cúal sirvió como inspiración para el escritor Víctor Mora, creador del famoso cómic español El Capitán Trueno, situando allí la residencia de su héroe. Asimismo, uno de los mayores atractivos de Sant Martí d’Empúries es su proximidad a las ruinas de Empúries, un sitio arqueológico de gran relevancia que alberga restos de asentamientos griegos y romanos. Estos restos incluyen el famoso Moll Grec, un muelle helénico del siglo I a.C., y varias estructuras que ofrecen una visión fascinante de la vida en la antigua colonia.
Además de su patrimonio arquitectónico, Sant Martí d’Empúries es conocido por sus encantadoras playas, que se extienden desde L’Escala. Estas playas son famosas por sus dunas y la conservación ambiental de la zona, lo que las convierte en un destino ideal para quienes buscan disfrutar de la naturaleza y la historia simultáneamente.
Cómo llegar
Desde Girona, el viaje es de alrededor de 45 minutos por las vías AP-7 y GI-623. Por su parte, desde Barcelona el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 50 minutos por la carretera AP-7.