El bonito pueblo de Portugal, cerca de la frontera con España, que es famoso por sus alfombras y tiene un castillo del siglo XIV

Sus tapetes son hechos a mano y mantienen una tradición de más de cinco siglos. A esto se le suma el gran conjunto histórico que tiene la localidad y la gran influencia árabe que atesora

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Arraiolos, en Portugal (Shutterstock).
Arraiolos, en Portugal (Shutterstock).

La región portuguesa del Alentejo, ubicada entre olivos y alcornoques, destaca como uno de los destinos más singulares de Portugal. Este territorio, conocido por sus bellos pueblos e impresionantes castillos, posee una riqueza natural incalculable. La influencia árabe ha dejado una huella significativa en la zona, evidente tanto en su nombre, pues Alentejo significa, literalmente, “más allá (além) del Tajo (Tejo)”, como en los numerosos encantos que se conservan hasta hoy.

Uno de ellos son los numerosos pueblos que se encuentran en la región, los cuales algunos son mundialmente conocidos, como es el caso de Marvão, Évora o Arraiolos. Todos ellos acogen un patrimonio histórico y cultural maravilloso que los convierten en destinos imprescindibles en el Alentejo, pero en el caso de Arriaolos esto va más allá, pues es famoso gracias a los sus alfombras bordadas a mano. A su vez, sus calles empedradas y su arquitectura blanca y azul esconden un legado que se remonta a siglos atrás, atrayendo a turistas y estudiosos por igual.

Un castillo, un convento y una gran influencia árabe

Castillo de Arraiolos, en Portugal (Shutterstock).
Castillo de Arraiolos, en Portugal (Shutterstock).

La fundación primigenia de esta villa se encuentra en el siglo II a.C., aunque sus raíces más recientes corresponden a la ocupación romana y musulmana, conciliándose como pueblo durante la Reconquista cristiana en el siglo XII. Uno de sus mayores legados histórico es su castillo, que construido en el siglo XIV, es una de las principales atracciones turísticas. Situado en una colina, ofrece una vista panorámica del paisaje alentejano y es uno de los pocos castillos en Portugal con una planta circular. Este monumento es testigo de múltiples batallas y cambios de dominio, reflejando la turbulenta historia de la región.

El castillo no es solo una maravilla arquitectónica, sino también un símbolo de la resistencia y la adaptación del pueblo de Arraiolos a lo largo de los siglos. La iglesia del Salvador, situada en su interior, es otro punto de interés, con su arquitectura gótica y detalles manuelinos que fascinan a los visitantes. Igualmente, un paseo por las calles de la villa permiten descubrir una arquitectura maravillosa, donde las casas encaladas de blanco y los toques azules le dan una estética única.

Igualmente, más allá de la fortaleza, Arriaolos cuenta con un rico conjunto monumental que se traduce en construcciones como el convento de Nossa Senhora da Assunção, también conocido como Convento dos Lóios. Fundado en el siglo XVI, este convento destaca por su arquitectura renacentista y su iglesia, que alberga valiosas pinturas y azulejos. A su vez, la Igreja da Misericórdia y la Igreja Matriz de São Salvador, son ejemplos del patrimonio religioso de la región. Estas estructuras, con sus detallados trabajos de azulejería y arte sacro, son reflejo de la profunda fe y devoción de la comunidad local a lo largo de los siglos.

Las alfombras de Arraiolos

Tapetes de Arraiolos, en Portugal (Shutterstock).
Tapetes de Arraiolos, en Portugal (Shutterstock).

Sin embargo, el mayor atractivo de Arraiolos son sus famosos tapetes, los cuales son mencionados ya en el siglo XVI. Son muchos los historiadores que han estudiado este tipo de arte, dándole un valor que se ha mantenido a lo largo de los siglos. Son elaborados de forma artesanal con lana sobre una base de yute, presentan patrones geométricos y florales inspirados en influencias persas y árabes. En este sentido, según el tipo de dibujo, se pueden fechar en tres épocas diferentes:

  • Siglo XVIII. A este periodo pertenecen aquellos que cuentan con composiciones de influencia decorativa de los tapices persas. Están considerados los mejores de todos.
  • Mediados del siglo XVIII. Estos presentan una decoración con inspiración popular, donde se pueden ver figuras o animales.
  • Finales del siglo XVIII y principios del XIX. Estos últimos constituyen composiciones menos recargadas y más estilizadas.

El bordado, realizado a mano, es una labor minuciosa que puede llevar meses, dependiendo del tamaño y la complejidad del diseño. Así, para comprender todo el trabajo que lleva, el viajero puede visitar talleres donde los artesanos trabajan diligentemente, ofreciendo una visión directa de esta tradición centenaria.

Además, el Centro Interpretativo del Tapete de Arraiolos proporciona una experiencia educativa, detallando la historia y evolución de este arte. Pero esto no es todo, pues cada dos años se celebra la Feira do Tapete, una fiesta que reúne a artesanos de toda la región y atrae a numerosos visitantes interesados en adquirir estas preciadas piezas de arte textil.

Cómo llegar

Desde Badajoz, el viaje es de alrededor de 1 hora y 15 minutos por las carreteras A6 y N4. Por su parte, desde Lisboa el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 20 minutos por las vías A2 y A6.

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