El silencio, como es habitual en todos los territorios que forman parte de la famosa España vaciada, reina en el lugar. Pero esto, como también es habitual, no siempre fue así en Olmeda de la Cuesta, un bonito pueblo de Cuenca. Hace 70 años, tenía cerca de 400 habitantes: ahora tan solo hay 19 personas empadronadas. Esto es el claro ejemplo de cómo la despoblación humana y natural se han ido apoderando de esta pequeña villa de Castilla - la Mancha, y están acabando con la vida de un sinfín de rincones del interior del país. De ahí que llame la atención que se haya convertido en un curioso escaparate publicitario, con carteles colocados en buena parte de las fachadas de las casas.
Fue en la década de 1980 cuando el pueblo empezó a sufrir los estragos del abandono, tras una enfermedad fúngica que acabó con los olmos que rodeaban el territorio, aunque aún se conserva uno en el centro de la plaza. El que fuera su alcalde durante 16 años (desde 2007), José Luis Regacho, trató de que Olmeda de la Cuesta recogiera todas las especies de árboles que son la seña de identidad de cada Comunidad Autónoma: por ejemplo, un tejo de Rascafría (Madrid), dos secuoyas de La Rioja o un castaño de Galicia. A ello se une que se han colocado esculturas, maceteros y muros de colores por las calles.
Este es un lugar ideal en el que poder disfrutar de un fin de semana de desconexión en Cuenca, dada la posibilidad que ofrece de sumergirse en plena naturaleza. Y es que se encuentra rodeado de campo, por lo que es perfecto para ver el atardecer. Además, la tranquilidad se respira en cada una de sus calles, que llegan a estar desérticas durante el invierno, pero que recobran algo de vida en primavera y verano. Así se refleja en el parque infantil y el bar que están situados en la plaza.
Un pequeño pueblo repleto de carteles publicitarios
Olmeda de la Cuesta ha transformado su paisaje urbano gracias a la colocación de más de 70 carteles publicitarios originales impresos en los azulejos de las fachadas de prácticamente todas sus casas. Este proyecto, impulsado por el ahora exalcalde, busca revitalizar este pequeño pueblo. A su vez, han sido elaborados por Aspadec, una asociación de personas con discapacidad.
Cada cartel ha sido meticulosamente gestionado: el exalcalde pidió permiso tanto a las empresas anunciantes como a los propietarios de las viviendas. Los vecinos participaron activamente en la selección de los anuncios que querían en sus casas, lo que ha permitido una integración armoniosa de estos en el entorno del pueblo.
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Algunos habitantes han elegido anuncios que tienen un significado personal para ellos. Un vecino optó por un cartel de Mahou, su cerveza favorita; otro, llamado Pepe, por un cartel luminoso de Tío Pepe; y una segoviana por un cartel de Anís La Castellana. Entre las marcas presentes en el pueblo se encuentran Pipas Facundo, Cola Cao, Pepsi, Nitrato de Chile, Pikolin, Antiu Xixona y Kas.
Además de los carteles impresos en azulejos, algunos formatos incluyen figuras como el muñeco de Michelin, el toro de Veterano Osborne de los años 50 y una réplica de la placa luminosa de Schweppes de la Gran Vía madrileña. Gracias a esta iniciativa, las calles de Olmeda de la Cuesta han adquirido una apariencia especial, casi como un museo al aire libre.
Viaje en el tiempo a la España rural
Este bonito rincón de la provincia de Cuenca destaca por su rico patrimonio histórico y cultural. Con calles empedradas y casas tradicionales de arquitectura manchega, el pueblo ofrece un viaje en el tiempo a la España rural. Por ello, no es de extrañar que algún turista curioso se deje ver por la localidad.
La iglesia parroquial de San Pedro Apóstol y la plaza mayor son puntos emblemáticos que reflejan la vida tranquila y pintoresca de este lugar. Además, su ubicación en un entorno natural privilegiado, rodeado de paisajes montañosos y campos, lo convierte en un destino idóneo para quienes buscan conectarse con la naturaleza y la historia.
Un pueblo cercano a Olmeda de la Cuesta que también merece la pena visitar por su belleza es Huete. Este municipio conquense es conocido por su patrimonio arquitectónico, incluyendo la iglesia de Nuestra Señora de Atienza, el monasterio de Santa María de la Merced y el museo de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente. Sus calles estrechas y empedradas, junto con sus casas de piedra, ofrecen un encanto histórico que atrae a visitantes. Además, cuenta con diversas actividades culturales y naturales que enriquecen la experiencia de quienes lo visitan.
Cómo llegar a Olmeda de la Cuesta
Para llegar a Olmeda de la Cuesta desde Madrid, se puede optar por el coche, tomar la A-3 en dirección a Valencia, coger la salida 103 hacia N-400 en dirección a Tarancón, y continuar por CM-200 en dirección a Huete. Finalmente, hay que seguir por CM-2026 hasta llegar a Olmeda de la Cuesta.
En transporte público, es posible tomar un autobús o tren desde Madrid a Cuenca. Desde allí, se puede tomar un taxi o un servicio de transporte local hasta Olmeda de la Cuesta, ya que no hay servicios directos de autobús al pueblo.