La ruta de los Puentes de La Adrada: un pintoresco sendero que comienza en uno de los pueblos más bonitos de Ávila y recorre el río Tiétar

Este sendero permite disfrutar de un día agradable en mitad de la naturaleza y en compañía de la familia y amigos

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Puente en La Adrada, Ávila
Puente en La Adrada, Ávila (Shutterstock).

A lo largo de la historia, los puentes han sido una de las infraestructuras de comunicación más impresionantes y destacadas del mundo. Desde la antigüedad estas construcciones han configurado importantes rutas comerciales y de unión entre ciudades, pueblos y países, así como grandes obras de ingeniería que a día de hoy se han convertido en auténticos monumentos. Algunos ejemplos serían el puente romano de Alcántara, el puente romano de Córdoba o el puente de Vizcaya (ya más reciente).

En este sentido, en el municipio abulense de La Adrada, se puede disfrutar de la conocida como ruta de los Puentes, un itinerario que descubre los puentes medievales que unían El Escorial con el Monasterio de Yuste. Estos conectaban las orillas del río Tiétar a su paso por este municipio. El sendero es bastante sencillo, por lo que es ideal para hacer en compañía de la familia y amigos. Así, cuenta con una distancia de poco más de 15 kilómetros en sentido circular y se tarda en completar en apenas tres horas y media.

Tres puentes y un bonito paisaje

El punto de partida del sendero se ubica en el mismo pueblo de La Adrada, donde el viajero puede aparcar cerca del cementerio. Siguiendo el camino, el primer punto de interés es la pradera de Navalasviñas, desde donde se puede contemplar unas maravillosas vistas del pueblo, su castillo y la sierra del Valle. Una vez pasado este paraje se llega al primero de los puentes, el de Mosquea, para luego llegar al puente Chico, apenas a 400 metros. Este punto es uno de los más bonitos de la ruta, pues permite disfrutar de una de las imágenes más singulares de la zona, donde el río Tiétar y el puente se convierten en uno.

Pasado el puente Chico, se toma el sendero de la izquierda siguiendo el cauce del arroyo de La Higuera. Esta parte de la ruta es muy pintoresca, pues discurre a través de encinas y una bonita vegetación que conduce de nuevo al viajero al río Tiétar. Desde aquí se debe seguir una senda que lleva por el margen izquierdo del río y que desemboca en una pista que lleva hasta la carretera que une La Adrada con la Iglesuela. Una vez allí, se tiene que cruzar la carretera hasta llegar al puente Mocha.

Se trata de un puente romano que forma parte del antiguo camino de la Iglesuela, antaño vía de comunicación con Talavera de La Reina y demás pueblos de Toledo. Ya pasado el puente, se sigue por el cauce del Tiétar hasta llegar al camino que lleva a Las Juntas, paraje donde confluyen el río Tiétar con el río Escorial, constituyendo a su vez el límite provincial entre Toledo y Ávila. Desde aquí tan solo hay que seguir el camino que lleva a dos grandes praderas, la de Navalagrulla y la de Orejuó, para acabar de nuevo en La Adrada.

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Un paseo por La Adrada

Castillo de La Adrada, Ávila
Castillo de La Adrada, Ávila (Shutterstock).

Una vez hecha la ruta, el viajero no se puede marchar sin visitar el pintoresco pueblo de La Adrada. Esta localidad destaca por su bien conservado patrimonio arquitectónico, el cual tiene su máximo exponente en el castillo, erigiéndose como símbolo de la villa. Construida en el siglo XIV y posteriormente restaurada, es una pieza clave en el desarrollo histórico de la región, ofreciendo vistas panorámicas del Valle del Tiétar. Hoy en día, el castillo alberga el Centro de Interpretación Histórica, un espacio dedicado a la divulgación del pasado del municipio y de la comarca.

Por su parte, la iglesia de El Salvador, construida en el siglo XVI y de estilo gótico, es otro de los puntos de interés principales. Su retablo mayor y su torre campanario destacan como elementos de especial relevancia artística. Más allá de sus principales monumentos, las calles de La Adrada invitan al viajero a perderse y a descubrir todos los rincones mágicos que alberga.

Cómo llegar

Desde Ávila, el viaje a La Adrada es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por la vía N-403. Por su parte, desde Madrid el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 25 minutos por las carreteras M-501 y CL-501.

La bonita ruta a uno de los lugares más desconocidos de los Pirineos: un arco piedra con una de las mejores vistas del Valle de Tena.
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