Cuando pensamos en el verano, nuestra mente directamente se imagina el rugido de las olas, un paseo por la orilla, una siesta al sol o un increíble atardecer anaranjado. Baleares es, sin duda, uno de los destinos que nos ofrece todas estas cualidades, un lugar elegido por miles de turistas tanto extranjeros como españoles cada año. Entre enero y septiembre de 2023, el archipiélago recibió 15,6 millones de visitantes, siendo Mallorca la más popular de las islas, según datos del Institut d’Estadística de les Illes Balears (Ibestat).
Mallorca esconde un valioso patrimonio cultural e histórico, paisajes y naturaleza intactos, cuevas subterráneas, variada gastronomía mediterránea, ciudades y pueblos con encanto y playas y calas increíbles. Una de las regiones más bonitas es el norte de la isla, donde los árboles acarician al mar. Esta costa es rica en contrastes, se alternan escarpados acantilados con arenales escondidos.
El Parque Natural de la Península de Llevant es una reserva de 1.671,96 hectáreas al noroeste del islote, su paisaje casi salvaje, sus rutas de senderismo y sus playas, a menudo solitarias, le convierten en uno de los destinos más bonitos. Entre estos arenales, destaca Cala Agulla una bahía paradisíaca.
Cala Agulla, una playa de arena fina y aguas turquesas
A escasos minutos del pueblo medieval de Capdepera se encuentra Cala Agulla, uno de los arenales más especiales de la zona noroeste, rodeada por dunas de arena con su característica vegetación. Custodiada por un amplio número de pinos, ofrece a los visitantes la posibilidad de resguardarse del sol en estas sombrillas naturales.
Las playas de la costa norte de Mallorca tienen características muy específicas que la diferencian de las del sur. La acción del viento de Tramontana ha modelado el territorio hasta hacerlo más plano. Este arenal está más expuesto a estos aires, por lo tanto, aunque normalmente, las aguas estén en calma, no es de extrañar que a veces la marea esté picada.
Esta cala tiene unos 500 metros de longitud y está cubierta de arena muy blanca, hasta obtener tonalidades rosadas en algunos puntos. Cuenta con numerosas actividades y deportes acuáticos como kayaks o remo de pie sobre tablas de paddle surf. Asimismo, desde aquí los visitantes pueden organizar salidas de buceo y viajes en barca para excursiones de un día completo o medio día. Su ubicación exclusiva la convierte en un punto estratégico para observar delfines y admirar el paisaje costero.
La panorámica que ofrece es de postal. El verde de los árboles desciende hasta acariciar el azul turquesa de sus aguas. Además, en los días despejados se puede adivinar el perfil de la vecina Menorca.
Dónde comer
La cala dispone de varios bares básicos de playa para tomar aperitivos y bebidas. No obstante, también hay un restaurante más amplio que ofrece platos más variados: ricos pescados y una selección de varios platos mallorquines.
Cómo llegar a Cala Agulla
El acceso a Cala Agulla es sencillo, hay un aparcamiento disponible a pocos pasos de la playa. Desde la capital el trayecto es de 1 hora y 10 minutos circulando por la Ma-15.