El bonito pueblo de Portugal a 30 minutos de España y que está en mitad de un parque natural: tiene un castillo del siglo XIII

Esta localidad alberga un pintoresco conjunto urbano que combina a la perfección con su precioso entorno natural

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Castelo Vide, en Portugal (Shutterstock).
Castelo Vide, en Portugal (Shutterstock).

Gracias a sus extensos campos de olivos y alcornoques, y sus pueblos y castillos, el Alentejo es uno de los destinos más visitados de Portugal. Con una riqueza natural considerable, esta región debe gran parte de su encanto actual a la influencia árabe, reflejada incluso en su nombre, que significa “más allá del Tajo”. Aunque si por algo destaca esta región es por sus pueblos y por su cercanía con España. Así, localidades como Marvão o Évora se convierten en destinos imprescindibles, pero otras menos conocidas también merecen una visita.

Este es el caso de la villa de Castelo Vide, un pintoresco pueblo conocido por su impresionante castillo medieval y su vibrante historia que se remonta a siglos atrás. Enclavado en mitad del Parque Natural da Serra de São Mamede, y cargado de una atmósfera especial, esta localidad es un reflejo auténtico del patrimonio cultural y arquitectónico portugués. Además, se localiza apenas a 30 minutos de España, por lo que es un destino ideal para una escapada de fin de semana.

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Está coronado por un castillo

Castelo Vide, en Portugal (Shutterstock).
Castelo Vide, en Portugal (Shutterstock).

Uno de los principales atractivos de Castelo de Vide es su castillo, que data del siglo XIII y ofrece vistas panorámicas impresionantes del paisaje circundante. La fortaleza se encuentra en la cima de una colina, dominando la localidad y actuando como un recordatorio constante de la rica herencia histórica de esta región. Las calles empedradas que conducen al castillo están llenas de casas blancas adornadas con flores, lo que confiere al pueblo un encanto único y distintivo.

Estas calles configuran el barrio judío de la localidad, el cual es otro de los tesoros de Castelo Vide. Este vecindario, conocido como la Judiaria, es testimonio del vibrante pasado judío de la localidad. Las estrechas calles y las antiguas sinagogas crean una atmósfera especial que transporta a los visitantes a tiempos pasados. La Sinagoga de Castelo de Vide, que data del siglo XIV, es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura judía medieval en Portugal y actualmente alberga un museo que narra la historia y la cultura de la comunidad judía que una vez prosperó en la región.

A su vez, la Plaza Dom Pedro V es el corazón palpitante de Castelo de Vide. Rodeada de edificios históricos y cafés pintorescos, es un lugar de encuentro para locales y visitantes. En las proximidades de la plaza se encuentra la iglesia de Santa María da Devesa, una impresionante estructura barroca que destaca por su majestuosa fachada y su imponente interior. Las celebraciones religiosas y las festividades locales, como la Semana Santa, convierten a esta iglesia en un punto focal del pueblo.

Un bonito paraje natural

Embalse de Póvoa e Meadas, en Portugal (Shutterstock).
Embalse de Póvoa e Meadas, en Portugal (Shutterstock).

La naturaleza que rodea Castelo de Vide es un atractivo en sí mismo. El Parque Natural de la Sierra de São Mamede, con su flora y fauna diversa, invita a los entusiastas del senderismo y la observación de aves a explorar sus senderos. Uno de los principales atractivos es el embalse de Póvoa e Meadas, situado a unos pocos kilómetros de la villa.

Este embalse no solo es un recurso hídrico vital para la agricultura local, sino también un lugar popular para la pesca deportiva y otras actividades recreativas. A su vez, la región es conocida por su biodiversidad, con especies que van desde ciervos hasta águilas, y ofrece un refugio tanto para la vida silvestre como para los visitantes que buscan escapar del bullicio urbano.

Cómo llegar

Desde Valencia de Alcántara, el trayecto tiene una duración estimada de 30 minutos por las carreteras N-521 y N246-1. Por su parte, desde Lisboa el viaje es de alrededor de 2 horas y 25 minutos por las vías A1 y A23.

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