Sakoneta, una de las playas salvajes más espectaculares de Euskadi

La costa de Euskadi es una de las más impresionantes del territorio español. Sus 32 playas reciben cada año a miles de turistas que van a disfrutar de sus aguas y su naturaleza. El verde de sus montes desciende hasta el azul de sus olas, ofreciendo un paisaje sin igual del que resulta imposible no enamorarse.

Uno de los espacios más mágicos de este litoral se encuentra en el municipio guipuzcoano de Deba. La playa de la Sakoneta destaca por ser uno de los arenales más extraordinarios y especiales de Euskadi. Con una extensión aproximada de 500 metros, no sólo es un destino atractivo por su longitud, sino también por sus características geológicas singulares, como el flysch, que brinda un valor inigualable a este espacio.

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Esta playa en forma de concha está totalmente aislada de los núcleos urbanos. Se encuentra en un espacio protegido ubicado en el corazón del Biotopo Deba Zumaia, que abarca la franja costera situada en el sector occidental del litoral guipuzcoano, entre Haitzandi y Haitzabal. Este tramo, que se extiende a lo largo de aproximadamente ocho kilómetros, está compuesto por acantilados con vastas plataformas de abrasión en su base. Es imprescindible apreciar su belleza sin prisas.

Esta pequeña playa de piedra procedente del desgaste erosivo de los acantilados por el impacto de las olas se sitúa entre las puntas de Sakoneta y Arantzako Portua. El arenal se caracteriza por su oleaje, sus increíbles acantilados (desde los que se pueden ver unas panorámicas sin igual) y las enormes piedras que posee. Lo ideal es adentrarse en los límites de Sakoneta durante la bajamar, ya que, sólo así se podrá llegar sin problema hasta la playa vecina de Mendata.

En sus inmediaciones encontramos espacios de gran belleza que complementan a la perfección la visita a este rincón de la costa, destaca, el municipio al que pertenece, Deba, Zumaia, Mutriku o Getaria.

El flysch es una formación de capas rocosas de origen sedimentario con unas características determinadas, paleontológicas o litológicas. En él se alternan capas de rocas duras (calizas, pizarras o areniscas) con capas de materiales blandos (margas y arcillas) de modo que la erosión desgasta más fácilmente las capas blandas y deja expuestas las capas duras. Cuando las más fuertes quedan expuestas también se erosionan, dando el resultado a la vista de una tarta de milhojas, tal y como explica la web NaturaScape.

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Esta singular y preciosa ruta de 17 kilómetros discurre por uno de los entornos naturales más espectaculares de España, como es el Geoparque de la Costa Vasca. Un camino que combina acantilados de más de 50 millones de años de historia con paseos por hermosas playas. Aunque, habrá que prestar atención a las mareas, puesto que, podrán limitar el acceso a varios arenales.

Para poder llegar a este lugar hay que caminar aproximadamente unos 15 minutos desde un área recreativa de Errotaberri, punto que se alcanza después de haber tomado el desvío entre Itziar y Zumaia en la carretera N-634.