La impresionante cascada de Noruega que tiene 655 metros de altura y una caída de casi 300 metros: se llega a través de una bonita ruta

Este salto cuenta con la cuarta caída libre más grande del mundo

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La impresionante cascada de Noruega que tiene 655 metros de altura y una caída de casi 300 metros: se llega a través de una bonita ruta.

Si algo caracteriza a Noruega son sus impresionantes paisajes. Profundos acantilados, gargantas infinitas, grandes cascadas y unos escarpados valles es lo que el viajero se puede encontrar si visita este país nórdico. Gracias a ello se ha convertido en uno de los destinos naturales más visitados de Europa, atrayendo a millones de turistas cada año. El famoso Preikestolen es uno de los monumentos naturales más destacados, pero también se pueden encontrar otros que dejan con la boca abierta, como la cuarta cascada más alta del mundo.

Estamos hablando del salto de Mardalsfossen, que ubicado en la región de Møre og Romsdal, es una de las cascadas más altas de Europa gracias a una caída libre de aproximadamente 297 metros. Todo ello se encuentra en el valle de Eikesdal, un increíble paraje natural que quita el aliento. Cabe destacar que Mardalsfossen es la caída principal de una cascada que en total cuenta con 655 metros de altura. Desde su cima, las aguas se precipitan por acantilados abruptos, creando un espectáculo visual y acústico impresionante. Este colosal despliegue es particularmente poderoso durante los meses de verano, cuando el deshielo alimenta su caudal.

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Una sencilla ruta

Cascada de Mardalsfossen, en Noruega (Shutterstock).
Cascada de Mardalsfossen, en Noruega (Shutterstock).

El acceso a Mardalsfossen es relativamente sencillo, pues cuenta con una ruta de apenas dos kilómetros de longitud que está totalmente señalizado y en buen estado. El sendero es apto para todas las edades y toma aproximadamente entre 30 y 45 minutos recorrerlo. Comienza en el aparcamiento de Mardalen y serpentea entre antiguos olmos, ofreciendo una experiencia inmersiva al caminar a través de una vegetación exuberante similar a un bosque primitivo.

El camino, de fácil acceso, también puede recorrerse en bicicleta. Los primeros 1,4 kilómetros hasta el nuevo puente son los más sencillos, con una suave pendiente de hasta 200 metros. Después del puente, el sendero se vuelve más empinado hasta llegar a la cascada, situada a 325 metros sobre el nivel del mar. El acceso a la cascada permite acercarse bastante, aunque se encuentra en una zona húmeda y brumosa, por lo que se recomienda llevar ropa impermeable.

Un paraíso único

Cascada de Mardalsfossen, en Noruega (Shutterstock).
Cascada de Mardalsfossen, en Noruega (Shutterstock).

Además de su estatura y su flujo espectacular, Mardalsfossen tiene una rica fauna y flora a su alrededor. El área que rodea la cascada alberga variadas especies de aves, mamíferos y plantas, incluyendo algunas especies de flores silvestres que son endémicas de la región. Este ecosistema diverso añade otro nivel de atracción para los visitantes interesados en la biodiversidad.

Igualmente, durante el invierno, Mardalsfossen se congela, transformándose en un impresionante pilar de hielo que atrae a escaladores experimentados en busca de un desafío. Esta transformación estacional ofrece una perspectiva contrastante de la cascada, que pasa de ser un torrente rugiente a una obra de arte esculpida por el frío.

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Por otro lado, Mardalsfossen no es solo una maravilla natural, sino también un foco de debate sobre la conservación ambiental en Noruega. En la década de 1970, la cascada se convirtió en un símbolo de protesta contra los proyectos hidroeléctricos que ponían en peligro la integridad de su flujo natural. Activistas medioambientales, liderados por el grupo “Mardøla-aksjonen”, hicieron una huelga durante varias semanas para conseguir su objetivo. Este movimiento resultó en la restricción del uso del agua durante los meses de verano, permitiendo que la cascada fluya en toda su gloria estacional.

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