En la penínsular ibérica, la red de Paradores se extiende hasta alcanzar un total de 98 establecimientos, 97 en suelo español y tan solo uno en Portugal. Este conjunto de hoteles destaca por su singularidad, albergando sus instalaciones en construcciones con un rico valor histórico y cultural, como castillos, antiguos conventos o enclavados en parajes naturales de inigualable belleza. Este factor, sumado a su compromiso por ofrecer una alta calidad y confort, los convierte en una opción perfecta para los viajeros que buscan experiencias únicas en sus destinos.
En este sentido, la ciudad de Granada cuenta con su propio Parador, pero lo que mucha gente desconoce es que este se enclava en la mismísima Alhambra. Así, entre jardines y fuentes, este complejo hotelero brinda una de las mayores experiencias de la ciudad, a lo que se le suma su bella arquitectura y unas magníficas vistas a los jardines del Generalife.
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Un espacio histórico
El Parador de Granada está situado en un edificio histórico que originalmente fue un palacio nazarí, propiedad de los infantes de Muhammad III, rey nazarí de Granada, entre 1302 y 1309. De esa construcción original, se conservan la Sala Nazarí y la qubba. Posteriormente, en 1494, los Reyes Católicos ordenaron la construcción del Convento de San Francisco en ese mismo lugar. Los monarcas fueron enterrados allí en 1521, bajo la cúpula de los mocárabes, hasta que el rey Carlos I de España dispuso su traslado a la Capilla Real de Granada. A su vez, el actual claustro fue creado a partir del antiguo patio árabe.
Así, el Parador de Turismo de Granada abrió sus puertas en el año 1945, y a día de hoy el viajero se puede alojar en uno de los hoteles más impresionantes de Granada. Sus habitaciones combinan los trazados árabes propios de la Alhambra con toques más vanguardistas que permiten disfrutar de unos días de ensueño. Además, el complejo alberga todo tipo de servicios y comodidades, y algunos espacios que evidencias la historia del lugar en el que se asienta, como son los restos de los baños árabes del palacio, descubiertos en 1949 tras unos trabajos arqueológicos.
Una gran oferta gastronómica
Asimismo, el hotel brinda también una oferta culinaria única gracias a su restaurante, el cual ofrece “una exclusiva experiencia gastronómica en el propio recinto de La Alhambra. Una propuesta heredera del mestizaje de las diferentes culturas que a lo largo de los siglos han pasado por el antiguo reino nazarí”, detallan desde la web del Parador.
Entre las especialidades que se pueden disfrutar se encuentran: la breua nazarí, remojón granadino, rape en salsa mozárabe, cabrito al estilo alpujarreño, piononos, tarta del convento de San Francisco. Por su parte, el Almorí del Generalife es un otro espacio gastronómico “con entidad propia y carta de carácter más informal y con elaboraciones de las distintas comarcas granadinas”, explican.
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Cómo llegar
Desde Jaén, el viaje es de alrededor de 1 hora y 5 minutos por la A-44. Por su parte, desde Málaga el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 35 minutos por la carretera A-92.